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domingo, 31 de julio de 2016

Lágrimas Negras


Patrick siempre soñó con una familia numerosa y niños corriendo por toda la casa, lo que nunca imagino es que el destino lo golpearía tan fuerte matando esos sueños, hasta que la noticia de su esterilidad lo sorprendió, después de 10 años de matrimonio, al fin lo entendió, eran miles sus intentos por concebir los cuales terminaban en misión fallida, su esposa Julieth temía ser la del problema, ninguno de los dos tuvo en mente jamás, que quien no podía completar el proceso fuese Patrick.
Luego de probar miles de tratamientos, la inseminación apareció como una repuesta a sus plegarias, 3 meses de gestación alegraban el entorno de la pareja quienes veían una luz al final del camino, pronto serian una familia de tres, así que el pequeño apartamento donde vivían no lucia como la mejor opción para criar a su bebe, con el dinero ahorrado durante casi una década de trabajo Patrick y Julieth Green podrían comprar una casa maravillosa donde empezar su nueva aventura, convertidos en flamantes padres.
La dulce tarea de escoger la casa perfecta fue una labor que se extendió más de lo debido, durante casi 2 meses recorrieron distintos lugares, checando casas en venta, sin embargo los precios no se ajustaban a lo que ambos podían costear, pero cuando casi se daban por vencidos, alguien en su círculo de amigos menciono una casona fuera de la ciudad que reunía las características indicadas que la pareja necesitaba, el valor de la propiedad era tan accesible y disponía de un gran espacio que sin dudas Patrick y Julieth quedaron enamorados con la casa, si bien tendrían que hacerle unas cuantas remodelaciones estaría lista para cuando su bebe naciera.
Los 3 meses siguientes fueron suficientes para arreglar detalles que la casa requería, aunque llevaba tiempo deshabitada en el jardín, un hermoso rosal brillaba con luz propia, con tanta belleza y color que deleitaba a los ojos, algo extraño teniendo en cuenta que nadie lo regaba ni cuidaba de él, pero eso en vez de inquietar a la pareja fue otro aliciente para que finalmente se hicieran dueños de la vieja casona.
Cuando Harry llego a sus vidas nada podía empañar la felicidad de la joven familia Green, Dios les concedía la bendición de ser padres, su deseo anhelado. Sin embargo con la llegada de Harry cosas raras comenzaron a ocurrir en su hogar, ruidos que provenían de la habitación del bebe, como si alguien habría la puerta a media noche, preocupados iban a mirar pero la puerta seguía cerrada y Harry dormía plácidamente, en ocasiones Patrick escucho la melodía de una dulce vos, una mujer tarareaba canciones de cuna, ¿Pero quién?, su esposa dormía tras darle de comer al bebe, siempre que el padre oía ese mismo sonido corría a observar a Harry, aunque solo se encontraba la tierna imagen del niño dormido.
Un fin de semana la familia y amigos se reunieron para celebrar un día muy especial, en aquella ocasión festejaban el primer cumpleaños de Harry, al momento en que Julieth se preparaba para encender la vela del pastel, una brisa fría se colaba por la ventana apagándola, cansada de tanto intentarlo cerro la ventana para evitar que el viento continuara haciendo de las suyas, sin embargo de forma inexplicable la vela siguió apagándose una y otra vez como si alguna persona se encargara de soplarla.
El lunes después de la fiesta, Patrick conducía de regreso a casa, fatigado después de un intenso día de trabajo, Julieth lo esperaba en la entrada como de costumbre, el cuarto del bebe estaba en las alcobas de arriba, algunas veces su esposa cargaba al niño, pero en aquel instante debía estar tomando la siesta ya que solo ella aguardaba en la puerta, sin embargo en vez de tranquilidad Patrick sintió el susto de su vida cuando echo un vistazo a la ventana y vio la silueta de una mujer que se asomó a la ventana cargando en sus brazos a Harry.

     ¿Acaso la Tía Luisa hoy vino a visitar?, (pregunto Patrick intrigado)
     No… Yo he pasado todo el día sola, (respondió Julieth algo confundida)
     ¡Llama a la Policía!, (Grito desesperado)

Patrick visiblemente preocupado corrió de prisa en busca de su bebe y Julieth le siguió detrás, sin comprender la reacción alarmante de su marido, esperando lo peor Patrick tomo lo primero que hallo a su alcance, un bate de béisbol que sujeto fuertemente, de una patada abrió la puerta asustando a Harry quien gateaba de un lado al otro en compañía de sus juguetes. Cuando su esposo le explico lo que había visto Julieth sintió mucho miedo y a partir de tal suceso no volvió a sentirse cómoda en la casa.
Tras varias semanas las cosas parecían normalizarse nuevamente, sin embargo Harry no lloraba tanto como antes solía, en vez de eso, solo bastaba con que el niño comenzara a llorar un minuto para que al instante se tranquilizara, como cuando su mama lo arrullaba para que no siguiera llorando. Cierto día que Julieth limpiaba la casa, oyó que el niño reía emocionado y a medida que se iba acercando Harry soltaba grandes carcajadas, sin querer interrumpirlo observo por una rendija de la puerta para descubrir el motivo de su risa, alcanzando a ver una especie de sombra en forma de persona que mecía al niño a un lado de la cuna, abrió la puerta de inmediato aunque para sorpresa suya el cuarto se hallaba completamente vacío, la poca visión de la que disponía a través de la abertura de la puerta, quizás le jugó una mala pasada, eso pensó ella, para sacarse de la cabeza cualquier absurda idea.
3 Noches pasaron desde ese último acontecimiento, el reloj marcaba las 10:00, Patrick y Julieth llevaron acostar a su pequeño y se marcharon a su alcoba, a las 3.00 am el llanto del bebe los despertó, lloraba desconsoladamente como muy pocas veces lo hacía, sin embargo casi en un minuto su estado de ánimo cambio, empezando a sonreír, pero esta vez sus padres calmados decidieron esperar para entrar, lentamente y de forma sigilosa caminaron a la habitación contigua de Harry. Al irrumpir en su cuarto abriendo inesperadamente la puerta se encontraron con una escena que ni en sus peores pesadillas podrían imaginar, una joven mujer de cara pálida y cabello corto, con un largo vestido gris arrullaba a su bebe flotando en el aire, cuando el espectro vio que los padres del niño la descubrieron, entro en cólera gritando con tanta fuerza que los vidrios de la venta se rompieron y el viento comenzó a soplar levantando las cortinas, la boca de la mujer se agudizo estirándose de una forma abismal, coloco al bebe en la cuna ante la mirada petrificada de sus progenitores que nada pudieron hacer, los  ojos de la mujer se llenaron de lágrimas negras y comenzó a sollozar diciendo, “Mi Hijo, ay mi hijo”, mientras poco a poco se fue desvaneciendo.

Patrick y Julieth se mudaron ese día, nunca más pudieron vender la casa y quedo abandonada, aunque el rosal que adorna su jardín sigue tan bello como siempre, cuenta la gente que el fantasma de aquella mujer vela por él, cuidando el regalo que su esposo le dio antes de morir en la guerra. Su espíritu sigue allí en la habitación llorando lágrimas negras, en aquel lugar donde se quitó la vida luego de perder a su hijo.

domingo, 24 de julio de 2016

El Arte de Matar


Se escuchaban los pasos al compás del caminar, ahogando el silencio de sus voces siniestras que guardaban dentro de sus bocas cerradas un deseo mezquino y tan diabólico que se mezclaba con las ganas oscuras de satisfacer a la muerte, cumpliendo con los susurros que repetidamente en su cabeza noche tras noche pedían sangre y dolor como ofrendas al infierno.
Cuando David y Charlotte fueron a la tienda de disfraces parecían la típica pareja de enamorados que iba en busca del disfraz perfecto para alguna fiesta entre amigos, David un hombre encantador que gozaba del don de la palabra, y Charlotte una Rubia de mirada seductora y grandes ojos tan azules como el ancho mar, se probaron tantos disfraces que la vendedora de turno ya empezaba a temer que con tal indecisión le hicieran perder su tiempo y al final se marcharán sin comprar nada, sin embargo después de tantear varias opciones los ojos de ambos brillaron con un aire de picardía y complicidad, por fin encontraban el disfraz perfecto.
Mateo conducía esa mañana de lluvia por una carretera poco transitada, la gente prefería quedarse en casa, ante un clima como el de aquel sábado, pero para él la emoción era mayor que cualquier obstáculo, saber que vería a su amada Dorothy le llenaba de alegría aumentando la adrenalina de su cuerpo en altos niveles, igual que cada semana pasaba muy temprano en busca de esa morena que le quitaba el sueño, al verla se olvidaba de todo lo demás y se alejaban del mundo, el nido de amor los esperaba para dar rienda suelta a su pasión, la misma posada turística que Mateo solía alquilar los fines de semana.
David preparó una maleta con todo lo necesario para su viaje y Charlotte se disponía a guardar los disfraces que tanto deseaba usar, mirarlos ahí doblados sólo hacia latir su corazón lleno de ansias como si le pidiera a gritos que el gran momento llegará, en su interior habitaba un deseo más fuerte que nada, sólo pensaba en derramar toda la sangre que pudiera y divertirse mientras lo hacía, tanto ella como David compartían esa afiliación enfermiza por la muerte, su desquiciada mente sólo tenía presente llevar a cabo aquellos actos impuros que anhelaban desenfrenadamente.
Las horas pasaron y la tarde comenzaba a caer, sus risas invadían la habitación, Mateo y Dorothy disfrutaban su compañía entre besos y caricias, que podía ser más perfecto que estar juntos allí queriéndose como sólo ellos podían hacerlo, pero tristemente la felicidad nunca es eterna.
En la recepción de la posada su dueño reposaba muy tranquilo viendo la televisión, a la espera de cualquier solicitud que necesitará su mejor, su meta era mantenerlo contento y por órdenes de Mateo, cada sábado Camilo despachaba sus empleados y colgaba el letrero de ocupado para que ningún viajero se detuviera, ese día la posada se hallaba a la entera disposición de Mateo y Dorothy la bella mujer que siempre lo acompañaba. Concentrado en el programa que miraba noto que alguien tocaba a la puerta, se acercó a revisar, sin embargo notó lo solitario que lucía el lugar, pero antes de cerrar la puerta pudo sentir un leve dolor en el pecho que de manera fugaz se hizo presente, cuando sus ojos observaron el estómago no daba crédito a lo que miraba, la punta de una larga flecha sobresalía del abdomen y el resto se incrustó en sus entrañas, aunque Camilo intentó caminar hasta el teléfono su dolor aumentaba a un ritmo agonizante, la sangre brotaba por la boca, él quería continuar pero cayó al suelo moribundo, mientras un par de conejos gigantes armados con una ballesta irrumpían por la puerta burlándose a carcajadas de aquel pobre desgraciado que por la herida murió.
Dorothy dormía plácidamente, su radiante belleza la convertía en un ángel, Mateo no podía dejar de contemplar la perfección de mujer que tenía a su lado, cuando tocaron a la puerta salió del embrujo de amor, sólo para abrir y casi morirse del infarto, la cabeza ensangrentada de Camilo entraba dando vueltas, causándole náuseas, susto y repulsión, los gritos de Charlotte no se hicieron esperar, despertaba en medio de la peor pesadilla de su vida, preso del miedo Mateo tranco la puerta y corrió abrazar a Dorothy que lloraba desconsoladamente víctima del horror que sentía.
Mateo tomó el teléfono y llamó a la policía suplicando ayuda, sin embargo antes que pudiera contar todo lo que sucedía la llamada fue interrumpida, quien hubiera asesinado a Camilo se ocupaba ahora de cortar la comunicación, una piedra lanzada con fuerza entró por la ventana rompiéndola en mil pedazos y causando un estruendo, sin que tuvieran oportunidad para reaccionar Mateo y Dorothy fueron invadidos por dos extraños sujetos disfrazados de conejos, quienes ingresaban a la habitación a través de la ventana rota. Armado de valor Mateo se levantó para enfrentar a los invasores, sólo pensaba en proteger a Dorothy a toda costa, pero cuando el conejo más pequeño sacó de la maleta que cargaba un enorme cuchillo, Mateo temeroso quiso apartarse pero terminó sujetado por el conejo alto y robusto que lo sometió fácilmente, dejando el camino servido para que su compañero sin dudarlo ni un segundo deslizara el filoso cuchillo por el cuello de Mateo degollándolo frente a su querida Dorothy, el cadáver cayó al piso, impregnado de sangre la habitación, luego los dos psicópatas se acercaron hasta la cama donde Dorothy permanecía inmóvil sin oponer resistencia, entre ambos la amarraron de sus extremidades y lo único que ella podía hacer era gritar desesperada, se encontraba a merced de los dementes que acababan de asesinar a su amante y que se disponían hacer lo mismo con ella, de nada valieron las súplicas de Dorothy que entre sollozos rogaba piedad, el conejo más grande se monto sobre ella y lentamente fue hundiendo el cuchillo en la piel de su víctima a la que no dejaba de mirar detallando sus muestras de sufrimiento, alimentándose con el placer que le causaba observar como la vida se apagaba poco a poco de sus ojos al tiempo que la acuchillaba una y otra vez sin descanso hasta matarla.
Cuando dejaron caer sus máscaras David y Charlotte se abrazaron satisfechos, durante algunos meses organizaron minuciosamente cada paso que darían y finalmente habían llevado a cabo su perverso plan, era momento de celebrar lo que juntos consumaron, reían y lloraban en una mezcla de emociones, se conocieron de la peor forma, coincidiendo como un par de idiotas miserables, presos de la mentira, el engaño que por años vivieron los convirtió en personas frías y con hambre de venganza, floreciendo entre ellos un amor lunático y con sed de sangre, la traición avivo en sus negros corazones el odio y resentimiento, pero nada les costó despertar su instinto asesino, David y Charlotte castigaron a sus infieles esposos usando el arte de matar.

domingo, 17 de julio de 2016

Los Alpinistas


Los Alpinistas emocionados se preparaban para realizar un viaje a la cordillera, una zona montañosa que a pesar de las temperaturas bajo cero, tenían la fortuna que para entonces el clima acompañaba las expectativas del grupo de estudiantes, liderados por Frank Henderson, quien era un esquiador y alpinista experimentado.
El día pautado los 8 alpinistas se reunieron al norte de la montaña,
para participar en la gran expedición que prometía ser inigualable y divertida, el plan era avanzar esquiando monte a través de una ruta conocida, que supondría un ejercicio de entrenamiento para una futura expedición a las regiones árticas, más difíciles y peligrosas, o eso creían ellos.
Bruno Casper, Izamar Goncalvez, Luigi Dumas, Elvira Dudikov, Néstor Ulloa, Dimitri Spencer, Fiorella Benelli, todos guiados por su valiente y sagaz amigo, Frank Henderson que a parte de sus habilidades comprobadas en el alpinismo, también resultaba ser el de mayor edad entre los aventureros.   
Los primeros 3 días en su odisea pasaron sin contratiempos,  sin embargo al llegar al último lugar de aprovisionamiento antes de llegar a su destino final, un miembro Dimitri, enfermó repentinamente, lo que le obligó a quedarse allí para recuperarse ante la imposibilidad de seguir el ritmo del resto del grupo de estudiantes.
Desanimado por su mala suerte Dimitri se despidió de sus siete compañeros, sin imaginar que esa, sería la última vez que los vería con vida. Cuando Dimitri se despidió de Frank, este le dijo que si el clima empeoraba, la fecha de regreso, prevista para 2 semanas, quizás se postergaría.
Tal y como su líder lo había previsto, el clima empeoró, y esto llevó al grupo de jóvenes a desviarse de su curso fijado, para formar un campamento desde el cual esperar a que las condiciones del clima mejoraran.
Según los cálculos realizados por su Frank y las previsiones del equipo, llegaron al lugar indicado 4 días después, lo que nunca pensaron es que no se encontraban solos.
La fecha prevista llego pero el equipo nunca regreso. Una vez hubieran llegado al campamento  debían buscar la forma de enviar noticias a sus parientes anunciando el éxito de la misión. Pero al transcurrir más de una semana nadie supo algo de los jóvenes. Todo eso despertó en la gente incertidumbre y miedo, dando inicio a una búsqueda sin límites,  el rastreo empezó con resultados fallidos luego de varios días intensos, los militares y civiles trabajan en conjunto para encontrar a los suyos, Dimitri guiaba a los rescatistas porque nadie mejor que él conocía el sitio donde vio por última vez a sus camaradas desparecidos.
Transcurrido un mes de inútil labor los familiares de los jóvenes dieron la voz de alarma ante la ausencia de noticias de sus seres queridos.
Ese mismo día centenares de personas se unieron a la búsqueda, el evento conmocionó a propios y extraños y cada día eran más los que se sumaban, buscando encontrar a los alpinistas. Después de varios días de búsqueda la horda de investigadores, encontraron el último campamento en donde se habían establecido los estudiantes. El estado del campamento no presagiaba nada bueno. Las tiendas estaban totalmente rajadas desde dentro y cubiertas parcialmente por nieve.
No había nadie en su interior, pero, extrañamente, los objetos personales, incluso la ropa de abrigo, permanecían allí. Al revisar las fotos de las cámaras que los jóvenes habían dejado atrás como mudos testigos de lo sucedido, se dieron cuenta que el grupo había acampado en ese lugar el 2 de febrero hacia las cinco de la tarde.
Dimitri no conforme con ello anduvo por horas entre la nieve, hasta que encontró un conjunto de huellas en línea recta que partían de las tiendas de campaña. Cuando notifico a los expertos, estos aseguraron que pertenecían a un grupo de cinco o siete personas, que sensación aterradora invadió el corazón de Dimitri al notar que todos sus amigos por alguna extraña razón  huyeron prácticamente desnudos. Unos llevaban tan solo calcetines y otros, una única bota, pero algunos escaparon con los pies descalzos. Las huellas se hundían unos 90 centímetros en la nieve y no revelaban signos de violencia ni la presencia de alguien o algo más. Siguiendo aquel rastro llegaron a una pequeña cuesta que llevaba a una masa arbolada cercana, pero tras 500 metros desaparecían sin dejar rastro.
En el borde del bosque aparecieron los cuerpos sin vida de Elvira Dudikov y Néstor Ulloa, Sus cadáveres descansaban bajo un gran pino, vestidos únicamente con ropa interior y sin signos externos de violencia. Junto a ellos se veían los restos de una hoguera y algunas ramas de pino destrozadas y a pocos metros, en un claro de la arboleda, yacían otros cuerpos, el de Fiorella Benelli y Luigi Dumas
Por la posición de los cadáveres, parecía que ambos habían tratado infructuosamente de llegar al campamento, aunque lo más espantoso de la situación fue mirar unas cuantas marcas sobre la nieve como si hubiera arañado el suelo intentando huir, pero algo se los impedía arrastrándolos consigo.
El espeluznante hallazgo hizo que se pusieran en marcha una investigación. La autopsia que se realizó a los 4 cuerpos no arrojó datos relevantes: los estudiantes habían muerto por hipotermia y no presentaban lesiones externas. Tan solo Elvira tenía una pequeña fractura en el cráneo que no había sido la causa de su muerte.
Los detalles escabrosos que presentaba el campamento y el hecho de que los estudiantes lo abandonaran sin ropa, causo terror entre la gente y más aún porque Frank, Izamar y Bruno seguían sin aparecer, haciendo que el descubrimiento de sus cuerpos tomara un dramático giro de acontecimientos.
La tarea de encontrar sus cuerpos duró varios meses. Los tres se hallaban enterrados bajo 5 metros de nieve cerca de una especie de pequeño barranco, próximo al lugar donde se habían encontrado los cuerpos de las otras víctimas.
Pero sus restos no lucían como sus otros amigos, el cráneo de Bruno estaba prácticamente destrozado por dentro, Izamar y Frank tenían varias costillas rotas. Además, la muchacha no tenía lengua y a Frank le Faltaban sus ojos,  pese a ello, las lesiones externas que presentaban eran prácticamente inapreciables. Y, al contrario que los demás, estaban vestidos.
Parecía como si los últimos en morir se hubieran apropiado de las ropas de quienes habían fallecido primero, ya que el cuerpo de Frank vestía un abrigo de piel y un sombrero, mientras que los pies de Izamar estaban envueltos en los pantalones de Néstor que aún conservaba su identificación.  

Después de tres meses de análisis, la investigación sobre el caso se dio por finalizada sin llegar a ninguna conclusión. Sin testigos, sin nadie a quien acusar y sin pruebas sustanciales sobre lo que realmente ocurrió en aquel lugar. El caso quedó bajo secreto de sumario y se prohibió el acceso a la zona donde habían ocurrido los hechos. Pero, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por acallar el espeluznante suceso, Dimitri siguió queriendo descubrir que les sucedió a sus compañeros, junto a 4 personas y violando la orden, una noche ingresaron al lugar con la idea de hacer su propia expedición y recoger todos los datos posibles, sin embargo sus cuerpos no tuvieron la suerte de sus predecesores desaparecidos. ¡Nadie los volvió jamás!

domingo, 10 de julio de 2016

Buque de los Sueños


Nadie me dijo que navegar el ancho mar sería tan buena travesía, si lo hubiera imaginado desde el principio, creo que no me habría resistido ni por un segundo abordar.
Cuando el Trasatlántico zarpo yo me negaba a realizar este viaje, lleno de ira y rabia con mis padres por obligarme acompañarlos, dejando a mis amigos en vísperas de las fiestas patronales de 1912, fue tanta mi molestia que en el muelle mientras la tripulación abordaba, ni siquiera me detuve a observar el nombre real del navío, tan sólo sé que lo apodaban Buque de los Sueños, era el mayor barco de pasajeros para la época, según mi padre fuimos de los pocos afortunados en tener la oportunidad de ir a bordo durante su viaje inaugural, sólo personas con bastante poderío económico podrían gastarse una fortuna, comprando el privilegio de subir a un barco como aquel, diseñado para ser lo último en lujo y comodidad.
Esa mañana desperté por primera vez rodeado por un mar azul, cualquier señal de cólera se borró enseguida, admito que no era el típico amante de las aguas, pero ver ese paisaje tan colorido me enamoro, como aquellos marineros que van de puerto en puerto haciendo lo que más les apasiona en el mundo. ¡Navegar!
En la borda había más gente de lo que pensé, niños, hombres, mujeres y ancianos tomaban el sol apreciando la fantástica vista, una bandada de gaviotas volaba hacia la costa entre nubarrones blancas que parecían moverse lentamente, así iba transcurriendo el día sin mayores contratiempos.
Al llegar la noche, mi madre me pedía que me alistara para la ocasión, el gran salón nos esperaba con una fiesta amenizada por el capitán Simón Jansen, en honor a los pasajeros. La velada reunió a la mayoría de los viajeros y tripulación, sin embargo yo prefería dar un pequeño paseo por las inmensas instalaciones del buque, estuve tanto tiempo mirando la luna que los minutos se fueron sin darme cuenta, el frío de la madrugada comenzaba inundar mi cuerpo, una densa neblina empezó a regarse poco a poco en el horizonte volviéndose cada vez más espesa, cuando decidí que era momento para entrar, escuche a lo lejos una dulce melodía que provenía del mar, su tonada no se parecía a ninguna que hubiese oído antes, pero era tan hermosa que casi podía sentir mi corazón palpitando al ritmo del amor, sólo una mujer podría interpretar esa maravillosa canción, estaba hipnotizado, deseaba llegar a ella, aunque fuera una locura, ¡sé que me llamaba!. Los gritos de un hombre me regresaron a la realidad, era Roberth Augusto el primer oficial quien me ordenaba ingresar a mi camarote, eran más de las 3 am y la fiesta había concluido.
Al día siguiente sólo pensaba en la noche anterior, necesitaba volver a oír esa mágica canción, me quedé todo el día encerrado en la habitación, esperando que el sol se ocultara nuevamente. Nuestro barco surcaba las aguas del Atlántico acercándose a uno de los puntos con más bajas temperaturas en el océano, sin embargo eso no me impidió salir a la borda aguardando algo que quizás nunca más se repetiría, tal vez sólo lo imaginé o se trató de alguna embarcación que navegaba cerca de nuestra ruta en ese momento, las horas fueron pasando y la poca gente que seguía fuera se iba retirando para resguardarse del frío, resignado estuve a punto de marcharme, hasta que de pronto, ahí estaba otra vez. La neblina volvió aparecer y con ello esa música empezó a sonar con más fuerza que anoche, no supe si fue producto del eco del mar, pero las melodías parecían multiplicarse viniendo de todas partes, comencé a notar como los hombres se acercaban a la cubierta con la mirada perdida y un brillo en sus ojos, hasta el capitán sucumbió, lo vi pasar caminando a la orilla, Simón Jansen lucía como hipnotizado por una fuerza extraña, la noche anterior nadie más que yo pareció escuchar la música, el ruido de los músicos en la fiesta les impidió oír esa tonada perfecta que hoy a todos atrapaba. Las mujeres detrás de sus esposos y las madres siguiendo a sus hijos también salían a cubierta.

–  ¡Jack, Jack, Jack!

Mi madre repetía mi nombre, pero yo seguía mirando al mar, incluso mi padre se encontraba embelesado y mirando sin rumbo, fuera de sí mismo, como cada hombre en el barco. En ese instante el resplandor de unas luces brillantes, emergió del fondo del mar y ahí estaba ella, la intérprete de aquel canto angelical, aunque la noche era oscura, su destello brillaba mostrando perfectamente sus rasgos divinos, unos ojos grises que veía fijamente, esa larga cabellera negra y unos labios gruesos que casi podía jurar que me invitaban a besarlos, al igual que ella, muchas mujeres emergían a la superficie, ante la mirada atónita de quienes no podían entender como eso era posible, sin embargo el embrujo que esas chicas causaban en nosotros era más fuerte que cualquier cosa, varios marineros se lanzaron a las heladas aguas al encuentro de sus musas, descuidando por completo las labores de cada uno, dejando vacía la sala de máquinas y sin darnos cuenta el barco quedó a la deriva, a las 23:40 del 14 de abril de 1912 el buque de los sueños chocó contra un iceberg en el lado de estribor, la colisión abrió varias planchas del casco en su lado de estribor bajo la línea de flotación, el impacto provocó que el barco se fuera hundiendo gradualmente por su parte delantera mientras la popa se elevaba, muchos pasajeros cayeron al mar, afortunadamente yo pude sujetarme de una baranda,  había despertado del trance y ahora me encontraba en una pesadilla, las bellas mujeres del mar saltaban sobre la borda, como pirañas atrapando a la gente que se mantenía en el barco, la dulzura de sus rostros se había transformado en una cara monstruosa con cientos de afilados dientes, sólo podía escuchar los gritos desesperados de las personas, al tiempo en que algunos pasajeros y tripulantes eran evacuados como podían en botes salvavidas, sólo para terminar siendo presa fácil de esas criaturas marinas que los cazaban, mi resistencia iba cediendo, acompañado por el pánico abrumador que me azotaba, sabiendo que si caía me esperaba el mismo desenlace si es que la hipotermia no me mataba primero por las heladas temperaturas del mar, observe a mi padre intentando ayudarme, venia hacia mí, pero fui testigo de cómo era arrancado del barco y arrastrado a las profundidades, mientras al no lograr resistir más, yo caí sin poder evitarlo.

El agua congeló mi cuerpo, la agonía me duro muy poco, los huesos se adormecían casi en un segundo, haciendo que no sintiera el frío, entonces ella apareció junto a mí, con su torso desnudo y su hermosa cara, destacaba del resto, debía ser la mujer más bonita que había mirado pero detrás de ese encanto se escondía el rostro del diablo, sin embargo lo descubrí muy tarde, cuando sus labios me besaban, abrazándome a un espantoso final inevitable, ella revoloteaba el agua mostrando su cola de pez, la maldita sirena me apretó en sus brazos y de una zambullida me sumergió a lo profundo, lo último que mis ojos vieron "Titanic", era el nombre del buque de los sueños, que poco a poco se hundía.

domingo, 3 de julio de 2016

La Amiga de los Muñecos


A los 10 años toda niña juega con muñecas o vive sumergida en su propio mundo, imaginando historias fantásticas de crueles villanos persiguiendo a una bella princesa que termina rescatada por el valiente príncipe azul montado sobre su fiel corcel, y vivieron felices para siempre.
Aunque la vida de Daibelys Fontana era totalmente distinta, las muñecas de trapo las cambiaba por aquel gusto peculiar hacia los muñecos de madera, desde muy pequeña su adicción iba centrada en el negocio del espectáculo, esa habilidad para la ventriloquia era de admirar, un talento que le permitía hablar cambiando su voz natural sin apenas mover los labios ni los músculos de la cara, siempre lograba crear la ilusión de que otra persona hablaba.
En Diciembre de 1907 convertida en una señorita de 17 años decidió salir del nido, persiguiendo su sueño de convertirse en una afamada ventrílocua, sin embargo era un oficio difícil y poco reconocido para la época, por más de 3 décadas nadie supo de ella, Doménico su padre fue el gran responsable de que abandonará a su familia, él rechazaba por completo su trabajo, la acusaba de loca y hasta satánica, diciendo que su hija estaba maldita, que aquel don oscuro era obra del diablo.
Para la primavera de 1937 el auge de los ventrílocuos inundó cada rincón de la ciudad, la gente emocionada acudía noche tras noche a las funciones, llenando los asientos disponibles en cada escenario. Para el Teatro de Santa Lucía representaba una apuesta sensacional brindar estos maravillosos shows, en las últimas semanas los asistentes podían disfrutar de una ventrílocua que destacaba del resto, una trotamundos venida desde tierras muy lejanas que para suerte de todos ahora radicaba en la ciudad, tenía una gracia especial que ponía a gozar al público, acompañada de Samantha su inseparable muñeca y mejor amiga.
Daib y Samantha se convirtieron en poco tiempo en las reinas del teatro, muy poco se conocía sobre el pasado de Daib una mujer solitaria que vivía a sol y sombra con su muñeca, incluso fuera de las tablas, Daibelys Fontana aquella chica soñadora que 30 Años atrás huyó de casa en busca de la fama, al fin alcanzaba la cúspide del éxito, haciéndose llamar simplemente Daib, la amiga de los muñecos.
Daib disponía de varios muñecos que iba presentando a medida que el espectáculo avanzaba, sin embargo ninguno podía causar impacto ni lograba cautivar tanto como Samantha, una llamativa muñeca cuyo aspecto mezclaba cierto aire de belleza e ingenio con un diminuto toque de aberración y miedo, sus inmensos ojos color caoba figuraban más que atractivos, generando un efecto tan alucinante que casi era imposible que tu mirada no fuese arrastrada a ellos, haciendo que las personas quedarán hipnotizados al observarla. Pero lo que mayor impresión producía es el tamaño inusual de su cuerpo, Samantha no lucía como esa muñeca de un ventrílocuo habitual, sus manos parecían demasiado reales, la boca fue esculpida de una forma minuciosa, siendo su atributo más expresivo y los rasgos faciales del rostro eran tan perfectos que al verla pensarías que se trataba de una niña real de unos 10 años.
Durante las noches Daib hablaba a solas con su muñeca, recordando ese duro infierno que le tocó afrontar para llegar al paraíso en el que se encontraba, entre lágrimas no olvidaba a su amada hija, los años de miseria que el destino les regaló fueron terribles, cuando su esposo las abandonó quedaron en la calle sumidas en la pobreza, el fracaso en su oficio de ventriloquia no les daba ni un centavo para comer, cansada de la situación, una noche de locura y alcohol, al oír los reclamos de su hija quien exigía a gritos un poco de comida, la hicieron estallar, como poseída por una fuerza maligna que la cegaba, se abalanzó sobre la chica ahorcándola con fuerza mientras ella luchaba para liberarse de la embestida de su madre, que ciega de la ira saco del pantalón un viejo cuchillo, el mismo que usaba para tallar sus muñecos y que en ese momento se volvió la arma homicida con la cual apuñaló a su hija más de 30 veces. Aunque jamás superó aquel acto malévolo y atroz, su negra conciencia consiguió como salir airosa de todo, o al menos maquillaba muy bien su terrible secreto cuando salía al escenario, nadie imaginaba que detrás de esa mujer talentosa y carismática se escondía una asesina sin escrúpulos que vilmente le arrebató la vida a la hija que nació de sus entrañas.
Para 1940 Daib la amiga de los muñecos, contaba con una aceptación envidiable, su nombre cruzaba fronteras, el show especial con Samantha se transformó en el suceso de moda, todos querían apreciar de cerca a la maestra de la ventriloquia, ella realizaba geniales espectáculos alrededor del mundo, ganando no sólo su fama, sino que hizo de la muñeca un reconocido y afamado  personaje. Sin embargo más allá del humor y la empatía con la gente, resaltaba el hecho de que Daib no permitía que nadie se acercara a Samantha, los encargados de la escenografía para cada show tenían prohibido entrar a su camerino y ni siquiera a los cientos de admiradores que deseaban un autógrafo de la artista y tocar un segundo a su graciosa muñeca les otorgaba tal beneficio. Este misterioso hecho poco a poco fue haciéndose eco en la multitud, tanto que muchos empezaron afirmar que la mujer practicaba brujería para lograr que su muñeca pudiera actuar como si tuviera vida propia, la acusación fue tomando credibilidad cada vez más, Daib se enfrentaba a los viejos fantasmas del pasado, con aquel rumor creciente de que la ventrílocua recibía influencia demoníaca, así como su padre lo dijo en sus inicios, todo eso llevo a que varios padres le negaran a sus hijos asistir al espectáculo. Daib y Samantha despertaban al mismo tiempo mucha admiración igual que odio y terror en las personas.
Una noche cualquiera se preparaba para cumplir una función, era hora del espectáculo pero Daib no salió, cuando tocaron la puerta del camerino no respondió, preocupados llamaron a la policía quienes al llegar de inmediato forzaron la entrada, encontrándose con la espantosa sorpresa de que Daib había sido asesinada, en el cuello presentaba marcas de estrangulamiento y su cuerpo recibió más de 30 puñaladas, junto a ella yacía Samantha la muñeca, una imagen que provocó escalofríos en los policías al notar que tenía salpicaduras de sangre y sus manos presentaban signos de lucha física, pero lo que dejó perplejo a las autoridades fue lo que descubrieron tras examinar a la muñeca de cerca, percatándose que se trataba de una niña de verdad o al menos del cadáver de una niña, con el maquillaje y colorante suficiente para cubrir su pequeño rostro pálido y la piel algo deteriorada y demacrada.

Han pasado más de 5 décadas desde la horrorosa escena, aunque el misterio sigue latente, nadie sabrá como Daibelys Fontana conservó por años el cadáver, la gente sigue creyendo que fue por medio de brujería, lo único cierto es que Samantha su pobre hija asesinada, regreso de la muerte a cobrar venganza, después que por tanto tiempo Daib utilizará su cuerpo como muñeca.