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domingo, 17 de abril de 2016

La Novia Marchita


Tenían apenas 2 años en la ciudad, por razones laborales los padres de Sabrina tuvieron que abandonar su pueblo natal y mudarse a la gran ciudad y aunque al principio a su hija le costó un poco adaptarse a esa nueva vida, afortunadamente ahora con 14 años ya tenía varios amigos y le iba de lo mejor en la escuela. Para Carl y Lulú los papas de Sabrina eso era vital, que se sintiera cómoda y tranquila. Sin embargo para ella no siempre las cosas fueron normales, cuando llegaron a la casa todo marchaba bien, era una casa grande y linda, aunque desde unas semanas atrás comenzó a percibir cosas extrañas, Sabrina ya estaba un poquito grande para creer en cuentos de niños, pero últimamente le daba miedo mirar debajo de su cama, incluso cada noche al irse a dormir le costaba un poco conciliar el sueño, porque siempre terminaba oyendo ruidos y sentía pavor al imaginar que mientras ella dormía, algún monstruo la observara.
En su pueblo se contaban muchas historias de terror, pero había una en particular que ella no podía olvidar, esa que hablaba de la novia marchita, un espectro maligno que asechaba a los niños por las noches, buscando robarse el alma de los infantes. La leyenda decía que durante su vida fue una mujer deseada por muchos hombres y odiada por las mujeres, su belleza era tanta que cualquiera la amaba a simple vista, causando la envidia de todas, aunque le llovían opciones con tipos adinerados, entre cientos de pretendientes ella prefirió escoger a un humilde muchacho, un joven herrero que no tenía muchos lujos que ofrecerle pero si un amor sincero para darle, sin embargo eso no fue impedimento para que los demás hombres siguieran detrás suyo, su novio se volvió el blanco de las miradas y más aún cuando la noticia de su boda se regó como pólvora, el día del casamiento Eleonor la hermosa novia llego primero a la iglesia, los invitados se preguntaban ¿por qué el novio aun no llegaba?, las horas siguientes todos esperaban a Mario, sin embargo en la iglesia anocheció y el novio nunca apareció, Eleonor dolida y sin saber que ocurría, recorrió el pueblo como loca, buscando una explicación, toda la noche anduvo de un lado al otro, pero nunca lo encontró, derrotada y sin fuerzas regreso a su casa en la madrugada, al entrar a su cuarto noto enseguida que unos zapatos sobresalían de la cama, se dobló para echar un vistazo y entonces sus manos se posaron sobre un charco de sangre, sintió que le arrancaban el corazón del pecho con lo que vio, debajo la cama yacía el cuerpo tendido de Mario, enfundado en su traje de saco y corbata, evidentemente sus planes nunca fueron plantarla en la iglesia, solo que un disparo en la cabeza había truncado sus ganas de contraer nupcias con la mujer más bonita del pueblo.
Eleonor perdió el sentido del juicio, enloqueció al ver a su novio muerto y toda su sangre regada en el vestido blanco, desquiciada no quería volver a mirar esa horrible imagen, busco en el baño una tijera y sin dudarlo metió la punta en cada uno de sus ojos, destrozándose ambos, el pobre Mario pago muy caro la suerte que le acompaño al obtener el amor de Eleonor, los sospechosos abundaban y cualquiera pudo haberlo hecho, ella lo sabía perfectamente, le robaron lo que más amaba en el mundo, en medio de su dolor ella abrió su ventana y gritando maldijo con todas sus fuerzas a la gente del pueblo, juro que en esta o la otra vida cobraría su venganza, robándole a cada uno lo que ellos más amaban, diciendo eso apunto la tijera a su corazón, apuñalándose varias veces hasta morir.

Son las 2 de la mañana y temerosa en su cama la joven Sabrina recuerda esa historia, la leyenda asegura que cada año durante el mes aniversario de su trágico desenlace, la novia marchita regresa por nuevas víctimas y tristemente, son los descendientes de las personas que habitaban en aquella época el pueblo, los desafortunados quienes acaban pagando los errores de sus antepasados.
Hace varias noches que Sabrina oye ruidos debajo de la cama, golpes que suenan en el piso y como uñas raspando la madera, aunque siente mucho miedo está decidida a ver que hay allí, armada con una lámpara asomo la cabeza, quedando con su cuerpo apoyado sobre la cama, valientemente ella alumbra en lo oscuro, a primera vista no había porque preocuparse, por lo que continuo alumbrando, desplazándose por todos los rincones de la cama, pero justo en el centro, se vio sorprendida por una silueta enrollada, asustada dio un pequeño brinco y apago la lámpara, pensando que quizás solo fue su imaginación, así que respiro hondo y volvió a alumbrar, iluminando las penumbras, sin embargo esta vez pudo ver una mujer horrible y sin ojos quien se podía decir que la miraba, Sabrina dio un tremendo grito al darse cuenta que la mujer se estiro intentando sujetarla, salto de la cama cayendo al suelo y formando un alboroto, sus padres alarmados acudieron de prisa a ver que sucedía, Sabrina les contó cada detalle y Carl para calmar a su hija reviso toda la habitación delante suyo, mostrándole a Sabrina que no había nada porque temer, pues tal vez solo se trataba de una pesadilla y abajo solo estaba un viejo camisón para dormir, esa madrugada Sabrina se fue a dormir con sus papas para pasar el trago amargo.
Las siguientes 3 noches ella hizo lo mismo, hasta que Lulú la convenció que todo estaría bien y que ya podía dormir otra vez en su habitación. Por la noche inquieta Sabrina miraba a todas partes sabiendo que esa mujer se encontraba debajo de su cama, cuando casi se dormía, el chasquido de unas uñas rasgando la madera empezó a oírse, un leve lamento provenía de ahí, Sabrina cerro sus ojos, apretándolos fuertemente al tiempo que se encomendaba a Dios, pero los quejidos de dolor se escucharon aún más duro y sintió una respiración caliente y agitada, sin embargo al abrir los ojos para ver de qué se trataba, por fortuna no hubo nada, o eso creyó en ese instante, aunque de inmediato volvieron a repetirse los mismos lamentos como si resonaran a un lado de su oído, cuando voltio a la izquierda de su cama se hayo de frente con ese espectro espantoso, acostada junto a ella, fue tan grande el miedo que sintió Sabrina en ese momento, que aunque quiso gritar su vos no respondió, tan solo podía mirarla petrificada. Por ojos esa cosa tenía dos enormes huecos de los que aun sin embargo salían lágrimas negras que chorreaban su cara pálida y demacrada, en el corazón tenía una herida de la que no paraba de brotar mucha sangre espesa y coagulada, manchando la ropa que llevaba, un vestido que alguna vez fue blanco, Sabrina se dio cuenta con más terror que nunca que quien la visitaba era la novia marchita, el fantasma se giró y de un salto quedo de espaldas sobre Sabrina, con la cabeza invertida, dándole vueltas como una lechuza, la tomo en sus brazos y ambas cayeron al piso, Sabrina intento gritar mientras el espectro la halaba poco a poco, pero para cuando sus gritos por fin salieron, ya fue demasiado tarde, la novia marchita también le acompaño con otro grito desgarrador, cargado de ira y sufrimiento acumulado, y entonces de un solo tirón, termino arrastrándola debajo de la cama.

Nuevamente los padres de Sabrina irrumpieron en el cuarto, aunque grande fue su sorpresa al notar que la habitación se encontraba vacía, desesperados revisaron en el baño y registraron toda la casa, sin embargo no hubo rastro de Sabrina por ningún lado. Cuando no les quedo nada mas donde buscar, ambos regresaron a la habitación de su hija, a Carl se le ocurrió mirar debajo de la cama, pero tan solo encontró una vieja fotografía, perplejo cayo de rodillas al piso cuando reconoció a alguien familiar, esa foto era de Eleonor Treviño, la pobre mujer que 18 años atrás se quitó la vida al descubrir el mismo día de la boda, a su novio muerto debajo de su cama. Los supersticiosos del pueblo decían que su fantasma vagaba buscando venganza, que siempre se llevaba consigo a los que más amabas, Carl con tan solo 22 años se enamoró perdidamente de Eleonor y cuando esta lo rechazo para casarse con el idiota de Mario el herrero, él no pudo aceptar un no por respuesta, acompañado de unos amigos secuestraron al novio y le quitaron la vida de un disparo en la cabeza, dejando su cuerpo en la misma habitación de Eleonor, Carl le robo a ella lo que más amaba y ahora luego casi dos décadas después, el fantasma de la novia marchita, cobro su venganza.
                                                            
Si ya conociste esta historia, pase lo que pase, ¡NUNCA MIRES DEBAJO DE TU CAMA!...

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