Cuando
niños todos tenemos la dulce ilusión de que existen seres mágicos, llenos de
bondad y con una función especial en la vida, quien no ha soñado alguna vez con
mudar uno de sus dientes, no importa si duele un poco, al final de cuentas
serás recompensado, por el hada de los dientes. Dicen que cuando te vas a la
cama guardas tu diente de leche debajo de la almohada, y por la mañana como por
arte de magia, el diente se ha ido, dejando monedas a cambio. ¿Pero y si las
cosas no fuesen tan bonitas como las cuentan?
Billy
descubrió de la peor manera el lado oscuro que nadie conoce, la verdadera
historia que alguien intentan ocultar.
A
los 10 años sus dientes de leche empezaban la típica rebeldía de la edad,
queriendo alejarse de nosotros y dejar el camino libre a los nuevos dientes que
vendrían. Al principio le temía mucho a la idea de mudar sus dientes, por miedo
al dolor, Martha su madre, apelando a la vieja escuela, usaba el hada de los
dientes como esa figura que alentaría a Billy borrando el pánico que sentía y
sembrando en su mente las ganas, de que el hada de los dientes le visitará y
comprará sus dientes.
Por
aquella época los dulces inundaban su vida, nada le gustaba más que comer
golosinas, aunque luego venían los reproches, y los regaños de mamá, las caries
aparecerían y entonces el hada de los dientes se enojaría porque sólo le
gustaban los dientes sanos y limpios.
Aquel
domingo por la noche, con un grito más por emoción que de dolor, Billy
celebraba junto a Martha, ¡Por fin su primer diente se caía!
Era
momento de hacer negocios, el hada vendría en busca del diente, para su suerte
estaba pulcro y libre de caries. Aunque Billy no era el tipo de niño travieso
que enloquecía a sus padres, tampoco se destacaba por ser tan obediente, Martha
le aconsejó que debía dormirse sin hacer ninguna trampa, sino el hada de los
dientes no vendría, sin embargo decidió esperar para conocerla en persona, se
haría el dormido y vería su llegada, pero las horas transcurrían y nada
sucedió, el sueño poco a poco le ganaba, hasta quedarse dormido profundamente,
al otro día busco bajo la almohada y su diente ya no estaba, en su lugar había
unas cuantas monedas para alegría de Billy. Satisfecho comió su desayuno y se
marchó a la escuela, pero ahí no todo era color de rosas, sus clases se
hallaban suspendidas, Anita una de sus compañeras se encontraba desaparecida
desde el sábado, los padres de ella contaron a la policía, que su hija había
mudado uno de sus dientes, con la peculiaridad de tener algo de caries, como
siempre lo dejó bajo la almohada y dormía plácidamente cuando ellos se fueron
de la habitación, pero al día siguiente para sorpresa de ambos, la pequeña no
estaba, solo hallaron su cama vacía y lo mas tétrico de la escena, fue
conseguir un diente en perfecto estado, por lo que supieron que no era el de su
hija.
Los
días pasaron y nada en la historia cambio, nadie sabía el paradero de Anita,
mientras todos la buscaban, aconteció otro terrible hecho, dos niños fueron los
próximos en desaparecer misteriosamente, al igual que Anita, Marcos y Paige se
esfumaron de sus camas a mitad de la noche sin dejar rastro, lo único que quedó
fue un diente blanco y perfecto, aún cuando ambos tenían problemas de caries,
lo peor de todo es que las extrañas desapariciones no pararon allí, Arthur,
Elisa, Cambell y Ruth, fueron los siguientes en la lista, todos con algo en
común, los niños sufrían de caries.
Billy
consternado como muchos en el pueblo seguían sin recibir noticia de sus amigos,
pero nada le quitaba su apetito por los dulces, en las últimas semanas comía un
poco más de lo normal, inclusive cuando Martha creyó controlar la situación,
Billy a escondidas comía dulces sin parar, sin imaginarse que quienes que
pagarian las consecuencias serían sus pobres dientes. Las molestias no tardaron
en aparecer, sus dolores denotaban, el inicio de los problemas de caries, que
vinieron acompañados por un nuevo diente a mudar, para Billy eso significaba
dinero extra que utilizaría para comprar golosinas, después de 2 días, su
diente se caía sólo, ahora solo bastaría al anochecer para que el hada de los
dientes viniera a visitarlo.
Por
la noche, cuando Martha termino de arreglar a Billy para dormir, puso el diente de
su hijo debajo de la almohada, notando varias señales de caries, le dio un beso
en la frente y se fue a su habitación.
Billy
como la primera vez quiso esperar al hada de los dientes pero nuevamente el
sueño le venció. Mientras él dormía, por la ventana se iba colando una especie
de humo gris que inundaba la habitación, de la que poco a poco se comenzó a
formar una silueta con apariencia de mujer, de cuerpo obeso y cabeza grande,
con las manos alargadas y una boca sin dientes de la que salía su lengua larga
y puntiaguda, en la espalda figuraban unas diminutas alas que terminaban de
darle un aspecto horripilante, se acercó hasta Billy revisando su boca y relamiéndose los labios al ver el orificio en sus encías, por el diente caído,
su lengua se movía por si sola como si tuviera vida propia, metiéndose como
aguja en la piel y succionando la sangre de Billy que no se percataba de nada,
por estar sumergido en algún trance.
En
la habitación contigua Martha despertaba con el corazón acelerado, algo
perturbada, se levantó de prisa yendo a la habitación de Billy seguida por su
esposo Gabriel, en el cuarto del chico esa criatura espantosa seguía
alimentándose de Billy, mientras sacaba varias monedas de plata de uno de sus
bolsillos, revisó bajo la almohada, tomando en su mano huesuda el diente del
pequeño, sus ojos amarillos como una serpiente brillaban de gusto, al descubrir
que el diente tenía caries.
El hada se alimentaba de los niños que cambiaban sus dientes, los que cuidaban de
ellos eran recompensados con algunas monedas, pero aquellos cuyos dientes se
infectaban de caries le pertenecían a ella, se los llevaba consigo para
alimentarse a placer con la deliciosa sangre de sus encías. Cuando se preparaba
para sacar a Billy de su cama, los padres del niño irrumpieron en el cuarto
sorprendiendo al monstruo que se vio descubierto en plena faena, Martha y
Gabriel no sabían si soñaban o estaban despiertos, esa cosa era el espectro más
feo que hubieran visto, lo cierto es que sujetaba a Billy y por nada del mundo
permitirían que le hiciera daño, sin embargo no hizo falta que hicieran nada,
el hada de los dientes al ver su trabajo frustrado, soltó a Billy y tal como
entró se desvaneció frente a sus ojos saliendo de la habitación.
Cuando
Billy despertó no tenía idea de lo ocurrido, Martha y Gabriel tampoco podían
creer lo sucedido y decidieron callarse aquel horrendo acontecimiento. Gabriel
colocó unas monedas para Billy manteniendo viva su ilusión, aunque por dentro
preferían que olvidará para siempre al hada de los dientes.
Luego
de aquella experiencia terrorífica, todos los dientes de Billy comenzaron a
caerse, lo inexplicable para los médicos es que el niño se quedo sin dientes de
manera permanente, tal vez porque ese monstruo fue interrumpido cuando se
alimentaba, sus dientes se pudrieron quemando las enzimas de sus encías, Billy
debía usar el resto de su vida una prótesis bucal, sin embargo dentro de lo
malo, sus padres tuvieron un respiro, sabían que ya no volverían a preocuparse
por el hada de los dientes.
Hola Querido (a) Lector. ¿Que te parece la Historia?... Una nueva versión totalmente distinta a lo que siempre dicen de este personaje.
ResponderEliminarEs la primera vez que entro al este blog. De verdad quiero felicitar al autor de esta historia, tiene una cálida manera de escribir que te lleva a imaginar y a querer leer mas... Seguramente me convierta en una fiel lectora de este blog. Felicitaciones al dueño del blog !!
ResponderEliminar@yaamivega14
Es la primera vez que entro al este blog. De verdad quiero felicitar al autor de esta historia, tiene una cálida manera de escribir que te lleva a imaginar y a querer leer mas... Seguramente me convierta en una fiel lectora de este blog. Felicitaciones al dueño del blog !!
ResponderEliminar@yaamivega14
Yamila Belén Gracias a ti por tú buena opinión. Es genial cada vez que leo un comentario asi, me llena de satisfacción que mis historias puedan transmitir todo lo que deseo. Sería lo máximo tenerte como lectora fiel del Blog. ¡Un Saludo!
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