domingo, 8 de mayo de 2016

Entre Muertos (Parte III)


Morir no es el problema, lo malo es levantarse después de la muerte y recorrer el mundo en una caminata Interminable, con ese apetito voraz que te hace alimentarte de todos aquellos que alguna vez amaste. La tierra que antes le pertenecía exclusivamente a los humanos, ahora se divide entre dos bandos, los que luchan por continuar vivos y quienes aparentan seguir viviendo.
Cuando Carrick abrió los ojos, todo alrededor le daba vueltas, el fuerte dolor de cabeza, se sentía como una terrible punzada, una de sus piernas estaba un poco adolorida y varias gotas de sangre bajaban por la frente, salpicando el suelo, sin embargo al percatarse de que unos zombis se acercaban, se apresuró abrir la puerta como pudo, tomo un bate de béisbol y salió a encargarse de la amenaza, sacudiendo la cabeza de los muertos como si fueran pelotas, despachadas de jonrón por el gran Barry Bonds, el beisbolista ídolo de su niñez. Al concluir, fue hasta Deborah que por fortuna salió ilesa del accidente e intentaba liberar a Selena, quien se encontraba aprisionada por una barra de metal que le atravesó el abdomen por un costado, la tarea no era fácil pero tras unos minutos de ardua labor, pudieron concretar su misión, con un vendaje improvisado Deborah amarro la herida y detuvo la hemorragia, evitando que Selena perdiera más sangre. Carrick sintió un nudo en la garganta al constatar que Abigail no corrió con la misma suerte, al chocar la camioneta, su cuerpo impacto contra el cristal y los vidrios se incrustaron en su cuello, causándole la muerte. Selena se hallaba muy débil para caminar y alguien debía quedarse con ella, entonces Carrick al observar la situación dijo.

-       Cuida de Selena, yo encontrare a alguien que pueda ayudarnos. (sujeto su pierna con gestos de dolor y siguió hablando), pase lo que pase no me detendré y si tengo que arrastrarme para lograrlo, también lo hare, pero regresare por ustedes con ayuda.
(Beso en la frente a Deborah y cojeando se alejó poco a poco)

Chester había pasado los últimos meses peleando contra muertos, muchos de sus amigos fallecieron intentando sobrevivir, incluso su amada esposa y su pequeña hija, tristemente cayeron presas de unos malditos zombis que entre dientes y mordidas se las arrebataron de sus brazos, por eso no pretendía rendirse tan fácil, si iba a morir, al menos lo haría acabando con unos cuantos zombis más, aunque Lucas y él llevaban todas las de perder, eran demasiados para enfrentarlos a todos, pero tal vez existía la posibilidad de que alguno de los dos saliera con vida de ahí. Chester traía consigo una granada, dispuesta para usarla, al explotar tendrían unos segundos para escapar. Luego de planearlo, Chester retiro el seguro y lanzo la granada a un rincón, mientras ellos se cubrían esperando la explosión y preparados para correr al instante en que detonara. Afuera los zombis, no paraban de golpear la puerta y a medida que lo hacían, esta iba cediendo, sin embargo cuando casi conseguían entrar, la granada exploto consumiendo en la ola de fuego a una parte de los muertos, los cuerpos en descomposición volaban en pedazos, Lucas y Chester armados únicamente con un cuchillo cada uno, salieron de inmediato apuñalando en la cabeza a los zombis que se cruzaban en su camino, pero aun así esas cosas los triplicaban en número, haciendo que su plan de escape no saliera como lo planeado, Chester al ver que quedarían nuevamente a merced de los zombis, comenzó a gritar.

-       ¡Corre Lucas, Corre! Mónica espera por ti. Sé que la Encontrarás.
     Ha llegado el momento de que yo me reúna con mi esposa y mi hija.
     Vete ya Maldición...
               Oigan Podridos, Vengan por mí, apuesto que les gustará mi sabor.

Los gritos de Chester atrajeron la atención de los muertos que se fueron agrupando en torno a él. Y aunque pudo eliminar a los primeros que se acercaban término atrapado sin poder defenderse, pero nada le borró la sonrisa de su cara, hasta que su cuerpo desapareció consumido por una multitud de zombis.
Por más que Lucas hubiese querido intervenir sólo habría conseguido que ambos compartieran el mismo final, por eso no tuvo más remedio que hacer de tripas corazón y alejarse, dejando atrás a un Chester por el que ya nada podía hacer.
Carrick llevaba un buen rato caminando, tiempo en el que recorrió una gran distancia, el cansancio extremo y la fatiga, ya comenzaban atacarlo y su pierna le pasaba factura, cada vez dolía más y más, al punto que empezaba arrastrarla porque le costaba mucho caminar, sin embargo cumpliría su palabra, Deborah y Selena contaban con él y no pensaba defraudarlas. No sabía si era real lo que veían sus ojos, o si la razón le jugaba una mala pasada, pero a lo lejos podía distinguir unas murallas de donde provenían disparos, por lo tanto en ese lugar, habría algún sobreviviente y sin importar su estado, resistiría hasta llegar allá.

Tan pronto recargaba su rifle, las balas se esfumaban regadas en medio de una lluvia de disparos, Mónica no tenía idea de cuantas horas pasaron, sólo sabía que las cosas se alargaron más de lo esperado, las municiones se reducían ante esa horda gigante de zombis, que finalmente parecían irse  evaporando, Dereck con una ametralladora se encargó del grupo restante, dejando para alegría de todos el terreno libre de muertos. Pero entonces uno de los vigías anunciaba que otro zombi se acercaba, recibiendo de Dereck la orden de eliminarlo, sin embargo los gritos de Mónica lo detuvieron, ella noto algo diferente en aquel caminante, y para confirmar sus sospechas vio a través de la mira, al verificar lo que pensaba, corrió a la entrada pidiendo que la dejarán salir, y aunque nadie entendía lo que pasaba Dereck no la detuvo. Mónica vio al hombre quien caminaba con mucha dificultad y sumado a la sangre de su rostro, era fácil confundirlo con un muerto. El pobre sujeto no podía más y cayó al suelo desmoronado.

 ¿Cómo te llamas? - Preguntó Mónica -
- Soy, soy Carrick - Respondió él - (totalmente agotado, mientras Mónica le daba agua de su cantimplora)
- Yo me llamo Mónica Rusell y aquí estás a salvo -

Carrick reconoció en aquel nombre a alguien familiar, ciertamente aunque no la conocía en persona,  había escuchado hablar de ella tantas veces.

La noche empezaba a caer, la pobre Selena casi perdía el conocimiento por su herida, Deborah desesperada no sabía ¿qué hacer?, a esas alturas quería seguir pensando que Carrick regresaría, aunque todo lucía tan mal, la oscuridad era su peor enemiga, así le sería imposible defenderse si los muertos atacaban, pero por algo su fe siempre le acompañaba, de repente unos faroles alumbraron la carretera, un vehículo se acercaba.
Lucas corría perseguido por los zombis, esas criaturas del infierno nunca se cansaban, cada segundo que pasaba era más difícil huir, pero los caminantes seguían persistentes detrás suyo y sus fuerzas mermaban, tanto las físicas como mentales, ya estaba harto y cansado de lo mismo, uno de sus amigos se sacrificó por él, pero parece que aquello sería en vano y no porque no fuese luchado para mantenerse con vida sino que después de todo se trataba de un simple hombre peleando con muertos vivientes que contra viento y marea seguían en pie, cuando su resistencia alcanzó el límite, lanzó el cuchillo al suelo y se quedó parado allí, aguardando a que los zombis hicieran su trabajo, mientras miraba como lentamente lo rodeaban, Lucas cerró los ojos y espero su trágico final, pero los disparos lo sorprendieron, al abrir sus ojos observo como los muertos eran exterminados uno tras otro, hasta no quedar ninguno. Lucas de la impresión cayó arrodillado sin dar crédito a lo que miraba, una mezcla de emociones le inundo, no sabía si reír o llorar, aunque las lágrimas le ganaron, esa gente le salvo la vida, sin embargo lo más increíble es que entre ellos, estaba Mónica, tanto tiempo buscándola y fue ella quien lo encontró, la tenía frente a él, Mónica al verlo, corrió abrazarlo y soltando el llanto, también reía de emoción.

Dios si tenía un plan después de todo, el apocalipsis llego, los muertos se levantaron y el caos inundo el mundo, pero la vida prevaleció, ¿el juicio final?, quizás quienes quedaron atrapados en los dientes hambrientos de los muertos fueron juzgados y aquellos que aún habitan el mundo, tal vez recibían otra oportunidad para enmendar sus pecados, repoblando el planeta.
5 meses han pasado desde la noche que Lucas en cuestión de segundos, pasó de estar vencido y hallarse listo para morir, a tener en su vida el gran motivo para empezar de cero, en un territorio en el que la muerte sigue reinando. Igual que Mónica, para ella todo volvió a teñirse de colores, desde que Dereck la rescato del Boulevard cuando todo el desastre comenzó, aprendió a defenderse por sus propios medios y a luchar para sobrevivir, sin embargo siempre sentía que algo le faltaba, deseaba una vida normal, y junto a Lucas por fin podría hacerlo, el grupo de sobrevivientes se alistaba para emigrar en busca de aquel sitio ideal, esa ciudad con instalaciones libres del virus de la que todos hablaban, Selena ocupaba ahora el puesto dejado por Mónica, Deborah y Carrick cumplían apenas 2 semanas de casados, las esperanzas de la humanidad estaban vivas. Todos ellos eran la semilla de una civilización que podría iniciar un nuevo mundo erradicando poco a poco, la peste del infierno que amenazaba la tierra.
A miles de Kilómetros, en África, unos aviones despegaban con bombas atómicas con la misión de un ataque nuclear, los científicos decidieron que la mejor solución al virus zombi era exterminar las zonas de mayor contagio.
Lucas y Mónica junto al grupo se desplazaban a la ciudad prometida, siendo sorprendidos por una luz destellante en el cielo, seguida por una explosión que destruyo todo a su paso.

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