viernes, 19 de febrero de 2016

Torre Blanca



Maldita la hora en que hicimos aquel viaje, 7 idiotas que se creían los dueños del mundo, cuantas veces nos advirtieron que no lo hiciéramos, pero el orgullo estúpido de sentirnos mejor que los demás no nos dejaría jamás aceptar que otros nos dijeran que hacer, además solo eran patrañas y cuentos ridículos de pueblerinos brutos. 
Una majestuosa torre blanca que desde mucho tiempo había sido admirada y temida por muchos, todos decían que era una verdadera belleza aunque nadie sabía quién la construyo, algunos afirmaban que era el hogar de una bruja, creada especialmente para darle rienda suelta a su maldad, mientras otros decían que solo se trataba de una vieja edificación que perteneció a un antiguo castillo derrumbado por el paso de los siglos y que la torre se mantuvo en pie.
Al convertirnos en viajeros de una loca expedición buscamos la fama detrás de lo que sería el boom en las redes sociales, pasaríamos un fin de semana en la Torre Blanca de la Montaña Maldita, esa a la que miles de personas temían por asegurar que quien iba ahí jamás regresaba. Anthony y su Hermano Alan, si querías drogas, una buena bebida o ligar a alguien para una noche de sexo ellos eran los indicados para conseguir un poco de eso. Cristina y su novio Larry, los eternos enamorados toda su vida habían estado juntos y al graduarse pretendían casarse, Rachell la Porrista sexy y Madison la Nerd del grupo, todos eran bastante disparejos por donde se viera, pero algo era cierto, tenían una cosa en común, los unía el dinero y la posición de sus padres, niños ricos y mimados que crecieron en el mismo ambiente y por más raro que fuese existía el vínculo de amistad entre todos, incluso yo, la nueva la recién llegada, logre rápidamente ser parte del grupo, al igual que cada uno de ellos compartía su estatus y en poco tiempo fui una más de la familia. 
Al partir rumbo a la montaña teníamos de nuestro lado la atención que tanto queríamos. Aunque al principio fue mi plan después de varias semanas de planearlo y convencer a los demás, terminaron por aceptarlo y lo adoptaron como suyo, convirtiéndose en un deseo de todos. Por varios días difundimos la información debida, en la universidad nos veían como héroes por llevar a cabo semejante acto, hasta creamos cuentas con perfiles en las redes sociales especialmente para informar a la gente sobre nuestra hazaña, al final recibimos más apoyo del que imaginamos, el lunes al regresar compartiríamos con el mundo nuestra aventura y seria el inicio de una nueva atracción, con el dinero de nuestro lado podríamos ir a cualquier lugar y convertirnos en una especie de exploradores de esos sitios a los que nadie más se atreve a ir.
Durante el trayecto a la montaña las fotos y vídeos no paraban compartiendo en directo con los seguidores, recibíamos todo tipo de comentario, desde quienes nos felicitaban y animaban a continuar hasta los que rezaban por nuestra salvación y nos advertían que aun estábamos a tiempo de abandonar esa locura, pero a esas alturas ya estábamos acostumbrados a todo eso y nada nos detendría. Cuando estuvimos al pie de la montaña los 7 aventureros quedamos completamente solos, perdimos toda señal telefónica y no hubo más contacto con el resto del mundo, fue momento de comenzar la travesía, fuimos subiendo hasta la cima por alrededor de 3 horas, algo que sin dudas nos sorprendió, jamás pensamos que lo lograríamos tan rápido, teniendo en cuenta lo alto de la montaña y el difícil camino para ascender parecía casi imposible subirla en tan poco tiempo, al parecer la suerte estaba de nuestro lado, aunque cualquier escéptico diría que la montaña estaba ansiosa de que nos adentráramos en ella, al llegar a la cima estaba frente a nosotros una vista estupenda, se podía observar el extenso bosque que rodeaba la montaña, sin embargo lo que capto nuestra mayor atención fue la increíble Torre Blanca que se encontraba a solo unos cuantos metros de nosotros, era inmensa y debía ser aún más gigante por dentro.
La primera noche todo fue tranquilo, no sabíamos si había sido resultado del ajetreado viaje pero tan pronto entramos a la torre caímos rendidos en un sueño abrazante, ni siquiera pudimos echar un vistazo al resto de la torre, apenas si nos dio oportunidad para sacar las bolsas de dormir y hasta el otro día.
El peor error que cometimos no fue ir a la montaña, sino entrar a esa torre, jamás imaginamos que íbamos directo a una trampa para ratas donde nosotros éramos la presa. Lo malo fue que lo descubrimos muy tarde, Rachell desesperada formo un tremendo alboroto que despertó a todos y no era para menos, nuestras cosas habían desaparecido sin que nadie lo notara, lo más inquietante es que ni las bolsas de dormir estaban, no sabíamos cómo sucedió se suponía que cada uno dormía dentro de una bolsa, solo Cristina y Larry compartían una para ambos, trate de que no perdiéramos la calma, pero fue inútil; como rayos le explicas a alguien que mientras duermes dentro de un saco de camping seas sacado de allí y despiertes en medio del suelo, mientras todo tu equipaje también desaparece sin dejar rastro. Pero lo más inexplicable fue cuando observamos que el sol ya casi se ocultaba, significaba entonces que dormimos desde la tarde anterior hasta ese momento.
En ese instante supimos que teníamos que salir inmediatamente de la torre, sin agua y sin comida no podríamos estar en la montaña. Sin embargo cuando intentamos correr ella nos detuvo, fue la primera vez que oí su risa, los huesos me temblaron como si se congelaran al instante, por mucho tiempo mire películas de terror que asustaban hasta al más valiente pero apuesto que ninguna lograría hacer sentir a nadie el miedo tan terrible que a todos nos invadió en ese momento,  escuche como su vos me llamaba varias veces diciendo mi nombre, “Payton, Payton”. y así siguió con cada uno, hasta que pronuncio todos nuestros nombres y su risa macabra volvió a inundar el lugar, Madison empezó a vomitar, mientras Rachell lloraba llena de pánico y Cristina se tapaba fuertemente sus oídos como queriendo arrancarse los tímpanos para no seguir escuchando esa burla siniestra que nos hizo entender que estábamos atrapados sin poder salir.
Larry abrazaba fuertemente a Cristina intentando que sintiera su protección pero como podía transmitirle seguridad cuando él mismo estaba muriéndose de pavor. Al mirar a la puerta de la torre la vimos frente a nosotros, una mujer que tapaba su cara con un velo, llevaba puesto un largo vestido. Alan el menor de todos en un arranque de valentía tomo un trozo de leña que yacía en el suelo y corrió hacia ella intentando golpearla para que pudiéramos salir, lo  que nunca esperamos fue verla desvanecerse como un fantasma dejándonos más que nunca boquiabiertos del susto, sin darnos tiempo a reaccionar porque casi de inmediato apareció de nuevo delante de Alan sujetando una hacha en sus manos con la cual le corto la cabeza de un solo golpe.
La cabeza decapitada de Alan cayó al suelo y se convirtió en el alimento de su mascota, una hiena tuerta que salió debajo de su vestido como si del sombrero de un mago se tratara, el despreciable animal masticaba con glotonería los restos de Alan, ante la mirada aterrorizada de todos, comprendimos que el infierno no se hallaba en el fondo de la tierra sino que ya nos encontrábamos allí.
La mujer trono sus dedos y aquello fue como un botón que encendió varias antorchas en la pared, en ese momento Anthony reacciono cayendo en cuenta del destino fatídico de su hermano, el miedo lo cambio por cólera, una ira total lo invadió, pude apreciar como sus ojos azules eran pintados por la llama del odio, nos pidió a todos que corriéramos hacia la escalera del fondo, al tiempo en que él se dirigió a donde estaba la verdugo de su hermano, desarmado quiso golpearla pero una fuerza invisible pareció detenerlo, observo como la misma hacha que le quito la vida a Alan se acercaba a él, sin poder hacer nada y terminando por incrustarse en su frente haciéndole una brecha enorme en la cabeza que lo mato. Yo no perdí detalle alguno de su muerte ni siquiera notaba que los demás intentaban alejarse, solo sentí la mano de Larry que me halaba a ellos.
Por más que corrimos, subimos la escalera y abrimos algunas puertas, el resultado era el mismo, ella siempre aparecía en cada habitación burlándose de nosotros. Desesperados intentamos bajar de nuevo pero 3 hienas salieron de uno de los cuartos y nos rodearon, la misma hiena tuerta que se comía a Alan, ataco a Madison mordiendo su pierna y haciéndola sucumbir en el suelo para luego lanzarse encima de ella y clavarle sus dientes en el cuello rompiéndole la garganta entre salpicaduras de sangre, mientras Rachell lloraba sin control viendo que no podíamos evitarlo al encontrarnos inmóviles y acorralados por las otras dos hienas que nos amenazaban desafiantes esperando el momento para atacarnos.
Nunca olvidare su sacrificio su mirada nos dijo lo que haría no hicieron falta palabras, tan solo aguardaban un movimiento nuestro para atacar y Rachell hizo precisamente eso corrió hasta donde la otra hiena se alimentaba de Madison y las dos que nos asechaban se olvidaron de nosotros y corrieron tras ella, encerrándola en un circo y  se abalanzaron sobre Rachell devorándola sin piedad desmembrando su cuerpo. Larry busco la manera de hacer valer su temple de acero sabiendo que Cristina y yo éramos presas del pánico, nos sujetó a ambas, indicándonos que nos refugiaríamos en el mismo cuarto de donde las hienas habían salido, tranco la puerta y nos quedamos escondidos dentro. Parecía una buena decisión sin embargo cuando los tres dimos unos cuantos pasos, el piso pareció moverse y comenzó a derrumbarse cayendo todos al vacío.
Sus gritos me despertaron de inmediato, el martillo rechinaba golpeando los clavos que se hundían en lo profundo de su cuerpo, mientras el llanto de su amada denotaba la angustia y el dolor al apreciar el sufrimiento agónico que padecía el amor de su vida.
Larry reposaba tirado sobre una estructura que servía a la diabólica mujer como apoyo para enterrar en la piel del moribundo Larry unos grandes clavos, primero fueron sus manos, después sus pies y pecho y finalmente aparto de su frente los flequillos que acostumbraba a usar y le deposito un clavo en su cabeza que lo mato. Cristina permanecía parada y encadenada a una pared mientras yo amarrada a una silla veía el cruel final de Larry entre los gritos despavoridos de su novia.

La despiadada mujer tomo un gran cuchillo y camino hacia mí, entonces supe que mi momento llegaba, tan solo le grite a Cristina que fuera valiente que todo terminaría pronto y le pedí a esa maldita que se levantara su velo y nos dejara ver el rostro de nuestra verdugo, sin dudarlo hizo caso a mi exigencia, se levanto el velo que cubría su cara, su belleza era evidente, tenía unos labios carnosos y ojos claros que se unían a su perfilada y pequeña nariz acompañada de una linda cabellera lacia de color castaño, era Hermosa. Por primera vez en mucho rato Cristina dejo de llorar, sus ojos se llenaron de sorpresa pura, ¡Sí! Aquella mujer era idéntica a mí, yo la miraba fijamente cuando sujeto el cuchillo en el aire con las dos manos lanzándolo contra mí, cortando mis amarras, agradecí a mi preciosa hermana Taylor por el fantástico show ofrecido, algunas veces ella solía ser el señuelo, en esa ocasión fue mi turno, mis queridos amigos habían sido los elegidos para saciar nuestros deseos sangrientos, siendo el tributo perfecto para esos Dioses oscuros que nos conceden todo el poder de la magia negra. Le di un dulce beso en los labios y me entrego su cuchillo, camine hasta Cristina quien no dudo en maldecirme y desearnos a ambas que nos pudriéramos en el infierno, sus insultos no cesaron hasta que mi cuchillo le degolló el cuello. Tan traviesas como siempre, buscando la manera de atraer visitantes a nuestra amada Torre Blanca.

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