domingo, 1 de mayo de 2016

Entre Muertos (Parte II)


Dicen que después de cada tempestad llega la calma, pero no en un mundo en el que la tranquilidad se acabó y la muerte es quien reina cobrando vidas sin descaro, para los sobrevivientes que les tocaba afrontar esta época maldita, resultaba casi imposible conciliar el sueño, sabiendo que en un mínimo descuido su carne seria machacada por los dientes podridos, de unos muertos caminantes.
Mónica Rusell dedicaba su tiempo a salvar vidas, pero con aquel giro del destino, cuando de por medio estuvo su propia vida, se adaptó como un camaleón al nuevo ecosistema, en pocos días se volvió una mujer de armas tomar, convirtiéndose en una de las líderes de un grupo de sobrevivientes, quienes luchaban para poder eliminar la amenaza de los muertos, en su cabeza seguía vivo el recuerdo de Lucas, su querido novio y sin importar los meses que pasaran seria inolvidable.
De las afueras de la ciudad, llegaban reportes desde el aire nada alentadores, la muerte parecía mover sus fichas, un número considerable de Zombis caminaban en conjunto, con dirección a su refugio, la horda de buitres infernales venían en busca de carne fresca. Ante esa noticia Mónica organizo sus frentes de batalla y Dereck Long el principal al mando, coloco barricadas y una buena defensa que les haría soportar cualquier ataque. Las horas transcurrieron en la amarga espera, Mónica con su fusil en manos, aguardaba la llegada de los Zombis. Tantas emociones y pensamientos cruzaban en ese momento por su mente, aquella noche se cumplían 4 meses desde que todo el apocalipsis inicio, también fue la última vez que vio a Lucas con vida, lo que más le dolía es que nunca encontró su cuerpo y el solo imaginar que vagaba por ahí convertido en una de esas criaturas, le retorcía el corazón.
Desesperada entre todo el alboroto de las calles, Mónica corrió queriendo llegar a casa, había gente que perseguía a otras personas, se veían como desquiciados, quizás producto de alguna droga, cuando cruzaba por la esquina, frente al restaurante de mariscos que ella solía frecuentar, una de las mesoneras salió de allí con la boca ensangrentada y los ojos desorbitados, la miro como un perro rabioso que se preparaba atacar, Mónica asustada intento esquivarla, pero la mujer la agarró del brazo con fuerza y enseguida intento darle un mordisco, por suerte pudo soltarse antes que los dientes se clavaran en su piel, sin embargo la mujer no desistió y se le fue encima con más ganas de masticar su cuerpo, Mónica forcejeo poniéndole difícil las cosas a su agresora, aun así, se vio doblegada y cayó al suelo, aunque supo sacarle provecho a la situación, tomo como pudo un pedazo de cabilla del piso y cuando la mesonera se lanzó sobre ella, Mónica con su instinto de supervivencia activado, enterró la punta afilada del metal, por la boca de esa mujer.
Los disparos empezaron a sonar, primero fue uno, luego dos y tres, hasta que todos disparaban al unísono, Mónica se adentró mucho recordando el pasado, que por un minuto olvido el presente y lo que estaban por enfrentar, acomodo la mira del arma y observo un instante, vio un montón de muertos iban llegando, entonces ella también abrió fuego…

Abigail y Hanssel, recogían medicinas, algunas botellas de agua y los enlatados que pudieron conseguir, mientras Selena cambiaba la llanta vacía de la camioneta. Carrick y Lucas vigilaban la zona sur, cuidando los alrededores para no ser sorprendidos por los muertos, al tiempo que Deborah y Chester hacían lo propio por el lado norte, casi 3 meses se fueron volando desde que Lucas se unió al pequeño grupo de Carrick, después de la penosa muerte de Esteban, anduvieron muchos lugares hasta encontrar un refugio que adoptaron para vivir, un día cuando regresaban a su guarida, vieron a una pareja que se encontraban en medio de la deriva, para fortuna suya, ellos aparecían justo a tiempo para salvarles la vida, eliminando a los zombis que los acorralaron, al final Abigail y Hanssel terminaron por integrarse al grupo. Todos trabajaban en equipo dando su aporte para mantenerse a salvo, sin embargo nunca lograban establecerse definitivamente en ningún lugar, siempre debían emigrar a puntos lejanos, porque hallar comida, cada día se hacía más difícil.
Deborah era una fiel creyente que mencionaba la palabra de Dios cada que podía, su fe era grande, creía ciegamente que vendrían tiempos mejores y se aferraba a la idea, que en alguna parte, habría algo seguro y tranquilo, donde pudiesen empezar de cero a reconstruir el mundo. Su convicción contagiaba a los demás, que cansados de pasar los últimos meses como nómadas de aquí a allá, viendo a sus compañeros morir, anhelaban un lugar en el cual vivir sin problemas.
Chester apostaba por localizar el llamado campamento de la salvación, siempre repetía lo mismo:

– Las últimas transmisiones de Radio semanas atrás, mencionaron que existen instalaciones libres del virus, en la que los médicos trabajan arduamente para dar con respuestas y fabricar una cura. – Dijo –  (Miro al cielo y concluyo diciendo), yo se que daremos con su paradero, ahí viviremos en paz.

A su paso por aquel desolado pueblo, Abigail y Hanssel, no se conformaban con lo que pudieron recolectar, recorrieron el pueblo dando con un centro comercial, justo lo que necesitaban para abastecerse por varios días, pero ninguno imaginaba lo que realmente había dentro. Al ver las puertas clausuradas Hanssel supuso que tal vez querían proteger el motín, así que él y su esposa colocaron dinamita en la entrada y luego de unos segundos, los explosivos estallaron abriendo un boquete, enseguida los zombis que permanecían encerrados comenzaron a salir y la amenaza creció, a medida que los muertos aumentaban. Los gritos de Abigail alertaron al resto que vieron como la pareja huía mientras eran perseguidos por una horda de zombis, Lucas al observar que estaban en peligro comenzó a disparar contra los muertos que se acercaban a ellos, Selena no había terminado de colocar el neumático a la camioneta, pero ante la inminente amenaza no tuvo más remedio que dejar su trabajo a la mitad.
La pareja corría y disparaban al mismo tiempo, pero Hanssel en medio de la huida tropezó cayendo al suelo, Abigail al ver a su esposo quiso detenerse para regresar ayudarlo, y aun cuando Hanssel le gritaba que continuara, ella quiso volver, pero Carrick la tomo del brazo y la llevo consigo, sin importarle sus protestas y pataleos, Hanssel con lágrimas en los ojos veía alejarse a su esposa, al instante en que iba siendo devorado por un montón de muertos que hacían un festín con él.
Lucas sabía que si no hacía algo al respecto todos quedarían a merced de los Zombis, sin más balas que disparar y solo con su cuchillo, corrió hacia el otro lado haciendo mucho ruido para llamar la atención de los zombis y que fueran tras él, pero Chester no permitiría que Lucas se sacrificara, lo que intentaba hacer era un suicidio y no lo dejaría solo.
Carrick sabía perfectamente que no tenían las armas ni los hombres necesarios para contrarrestar a la horda de zombis, cuando vio el noble acto de Lucas y Chester le ordeno a Selena que arrancara de prisa, ellos debían vivir a toda costa, o si no sería en vano el sacrificio de sus amigos, Selena condujo pisando el acelerador a fondo, en su afán por esquivar los zombis en el camino, olvidó por completo el neumático flojo, que con tantas maniobras salió disparado haciendo que perdiera el control y volteándose en el acto, la camioneta giro varias veces yendo a parar contra un poste eléctrico.

Lucas agradeció a Chester por acompañarlo a una muerte casi segura, los 2 amigos corrieron hasta un almacén en donde ingresaron, trabando la puerta, antes que los hambrientos zombis los alcanzaran, sin embargo quedaron totalmente sin salida, pero sin perder la calma Lucas saco de su bolsillo un cigarro, nada le preocupaba, ¡o quizás sí!. Tristemente si ese era su fin, no tendría la oportunidad de saber que sucedió con su adorada Mónica, lo único que esperaba es que nada malo le fuese ocurrido, que donde estuviera, se hallara con bien. Chester le ofreció fuego y sentados contra la pared, compartieron su cigarrillo, mientras afuera un centenar de muertos vivientes golpeaban con fuerza, deseosos de entrar por un suculento bocadillo de carne y huesos.

2 comentarios:

  1. Me encanto lo que escribiste! Sos el mejor Andry! Espero que nunca dejes de hacer esto... saludos *-*
    By: Milu :*

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  2. Me gusto mucho espero la continuacion ..

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