A
los 10 años toda niña juega con muñecas o vive sumergida en su propio mundo,
imaginando historias fantásticas de crueles villanos persiguiendo a una bella
princesa que termina rescatada por el valiente príncipe azul montado sobre su
fiel corcel, y vivieron felices para siempre.
Aunque
la vida de Daibelys Fontana era totalmente distinta, las muñecas de trapo las
cambiaba por aquel gusto peculiar hacia los muñecos de madera, desde muy
pequeña su adicción iba centrada en el negocio del espectáculo, esa habilidad
para la ventriloquia era de admirar, un talento que le permitía hablar cambiando
su voz natural sin apenas mover los labios ni los músculos de la cara, siempre
lograba crear la ilusión de que otra persona hablaba.
En
Diciembre de 1907 convertida en una señorita de 17 años decidió salir del nido,
persiguiendo su sueño de convertirse en una afamada ventrílocua, sin embargo
era un oficio difícil y poco reconocido para la época, por más de 3 décadas
nadie supo de ella, Doménico su padre fue el gran responsable de que abandonará
a su familia, él rechazaba por completo su trabajo, la acusaba de loca y hasta
satánica, diciendo que su hija estaba maldita, que aquel don oscuro era obra
del diablo.
Para
la primavera de 1937 el auge de los ventrílocuos inundó cada rincón de la
ciudad, la gente emocionada acudía noche tras noche a las funciones, llenando
los asientos disponibles en cada escenario. Para el Teatro de Santa Lucía
representaba una apuesta sensacional brindar estos maravillosos shows, en las
últimas semanas los asistentes podían disfrutar de una ventrílocua que
destacaba del resto, una trotamundos venida desde tierras muy lejanas que para
suerte de todos ahora radicaba en la ciudad, tenía una gracia especial que
ponía a gozar al público, acompañada de Samantha su inseparable muñeca y mejor
amiga.
Daib
y Samantha se convirtieron en poco tiempo en las reinas del teatro, muy poco se
conocía sobre el pasado de Daib una mujer solitaria que vivía a sol y sombra
con su muñeca, incluso fuera de las tablas, Daibelys Fontana aquella chica
soñadora que 30 Años atrás huyó de casa en busca de la fama, al fin alcanzaba
la cúspide del éxito, haciéndose llamar simplemente Daib, la amiga de los
muñecos.
Daib
disponía de varios muñecos que iba presentando a medida que el espectáculo
avanzaba, sin embargo ninguno podía causar impacto ni lograba cautivar tanto
como Samantha, una llamativa muñeca cuyo aspecto mezclaba cierto aire de
belleza e ingenio con un diminuto toque de aberración y miedo, sus inmensos
ojos color caoba figuraban más que atractivos, generando un efecto tan
alucinante que casi era imposible que tu mirada no fuese arrastrada a ellos,
haciendo que las personas quedarán hipnotizados al observarla. Pero lo que
mayor impresión producía es el tamaño inusual de su cuerpo, Samantha no lucía
como esa muñeca de un ventrílocuo habitual, sus manos parecían demasiado
reales, la boca fue esculpida de una forma minuciosa, siendo su atributo más
expresivo y los rasgos faciales del rostro eran tan perfectos que al verla
pensarías que se trataba de una niña real de unos 10 años.
Durante
las noches Daib hablaba a solas con su muñeca, recordando ese duro infierno que
le tocó afrontar para llegar al paraíso en el que se encontraba, entre lágrimas
no olvidaba a su amada hija, los años de miseria que el destino les regaló
fueron terribles, cuando su esposo las abandonó quedaron en la calle sumidas en
la pobreza, el fracaso en su oficio de ventriloquia no les daba ni un centavo
para comer, cansada de la situación, una noche de locura y alcohol, al oír los
reclamos de su hija quien exigía a gritos un poco de comida, la hicieron
estallar, como poseída por una fuerza maligna que la cegaba, se abalanzó sobre
la chica ahorcándola con fuerza mientras ella luchaba para liberarse de la
embestida de su madre, que ciega de la ira saco del pantalón un viejo cuchillo,
el mismo que usaba para tallar sus muñecos y que en ese momento se volvió la
arma homicida con la cual apuñaló a su hija más de 30 veces. Aunque jamás
superó aquel acto malévolo y atroz, su negra conciencia consiguió como salir
airosa de todo, o al menos maquillaba muy bien su terrible secreto cuando salía
al escenario, nadie imaginaba que detrás de esa mujer talentosa y carismática
se escondía una asesina sin escrúpulos que vilmente le arrebató la vida a la
hija que nació de sus entrañas.
Para
1940 Daib la amiga de los muñecos, contaba con una aceptación envidiable, su
nombre cruzaba fronteras, el show especial con Samantha se transformó en el
suceso de moda, todos querían apreciar de cerca a la maestra de la
ventriloquia, ella realizaba geniales espectáculos alrededor del mundo, ganando
no sólo su fama, sino que hizo de la muñeca un reconocido y afamado personaje. Sin embargo más allá del humor y
la empatía con la gente, resaltaba el hecho de que Daib no permitía que nadie
se acercara a Samantha, los encargados de la escenografía para cada show tenían
prohibido entrar a su camerino y ni siquiera a los cientos de admiradores que
deseaban un autógrafo de la artista y tocar un segundo a su graciosa muñeca les
otorgaba tal beneficio. Este misterioso hecho poco a poco fue haciéndose eco en
la multitud, tanto que muchos empezaron afirmar que la mujer practicaba
brujería para lograr que su muñeca pudiera actuar como si tuviera vida propia, la
acusación fue tomando credibilidad cada vez más, Daib se enfrentaba a los
viejos fantasmas del pasado, con aquel rumor creciente de que la ventrílocua
recibía influencia demoníaca, así como su padre lo dijo en sus inicios, todo
eso llevo a que varios padres le negaran a sus hijos asistir al espectáculo.
Daib y Samantha despertaban al mismo tiempo mucha admiración igual que odio y
terror en las personas.
Una
noche cualquiera se preparaba para cumplir una función, era hora del
espectáculo pero Daib no salió, cuando tocaron la puerta del camerino no
respondió, preocupados llamaron a la policía quienes al llegar de inmediato
forzaron la entrada, encontrándose con la espantosa sorpresa de que Daib había
sido asesinada, en el cuello presentaba marcas de estrangulamiento y su cuerpo
recibió más de 30 puñaladas, junto a ella yacía Samantha la muñeca, una imagen
que provocó escalofríos en los policías al notar que tenía salpicaduras de
sangre y sus manos presentaban signos de lucha física, pero lo que dejó
perplejo a las autoridades fue lo que descubrieron tras examinar a la muñeca de
cerca, percatándose que se trataba de una niña de verdad o al menos del cadáver
de una niña, con el maquillaje y colorante suficiente para cubrir su pequeño
rostro pálido y la piel algo deteriorada y demacrada.
Han
pasado más de 5 décadas desde la horrorosa escena, aunque el misterio sigue latente,
nadie sabrá como Daibelys Fontana conservó por años el cadáver, la gente sigue
creyendo que fue por medio de brujería, lo único cierto es que Samantha su
pobre hija asesinada, regreso de la muerte a cobrar venganza, después que por
tanto tiempo Daib utilizará su cuerpo como muñeca.
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