domingo, 17 de julio de 2016

Los Alpinistas


Los Alpinistas emocionados se preparaban para realizar un viaje a la cordillera, una zona montañosa que a pesar de las temperaturas bajo cero, tenían la fortuna que para entonces el clima acompañaba las expectativas del grupo de estudiantes, liderados por Frank Henderson, quien era un esquiador y alpinista experimentado.
El día pautado los 8 alpinistas se reunieron al norte de la montaña,
para participar en la gran expedición que prometía ser inigualable y divertida, el plan era avanzar esquiando monte a través de una ruta conocida, que supondría un ejercicio de entrenamiento para una futura expedición a las regiones árticas, más difíciles y peligrosas, o eso creían ellos.
Bruno Casper, Izamar Goncalvez, Luigi Dumas, Elvira Dudikov, Néstor Ulloa, Dimitri Spencer, Fiorella Benelli, todos guiados por su valiente y sagaz amigo, Frank Henderson que a parte de sus habilidades comprobadas en el alpinismo, también resultaba ser el de mayor edad entre los aventureros.   
Los primeros 3 días en su odisea pasaron sin contratiempos,  sin embargo al llegar al último lugar de aprovisionamiento antes de llegar a su destino final, un miembro Dimitri, enfermó repentinamente, lo que le obligó a quedarse allí para recuperarse ante la imposibilidad de seguir el ritmo del resto del grupo de estudiantes.
Desanimado por su mala suerte Dimitri se despidió de sus siete compañeros, sin imaginar que esa, sería la última vez que los vería con vida. Cuando Dimitri se despidió de Frank, este le dijo que si el clima empeoraba, la fecha de regreso, prevista para 2 semanas, quizás se postergaría.
Tal y como su líder lo había previsto, el clima empeoró, y esto llevó al grupo de jóvenes a desviarse de su curso fijado, para formar un campamento desde el cual esperar a que las condiciones del clima mejoraran.
Según los cálculos realizados por su Frank y las previsiones del equipo, llegaron al lugar indicado 4 días después, lo que nunca pensaron es que no se encontraban solos.
La fecha prevista llego pero el equipo nunca regreso. Una vez hubieran llegado al campamento  debían buscar la forma de enviar noticias a sus parientes anunciando el éxito de la misión. Pero al transcurrir más de una semana nadie supo algo de los jóvenes. Todo eso despertó en la gente incertidumbre y miedo, dando inicio a una búsqueda sin límites,  el rastreo empezó con resultados fallidos luego de varios días intensos, los militares y civiles trabajan en conjunto para encontrar a los suyos, Dimitri guiaba a los rescatistas porque nadie mejor que él conocía el sitio donde vio por última vez a sus camaradas desparecidos.
Transcurrido un mes de inútil labor los familiares de los jóvenes dieron la voz de alarma ante la ausencia de noticias de sus seres queridos.
Ese mismo día centenares de personas se unieron a la búsqueda, el evento conmocionó a propios y extraños y cada día eran más los que se sumaban, buscando encontrar a los alpinistas. Después de varios días de búsqueda la horda de investigadores, encontraron el último campamento en donde se habían establecido los estudiantes. El estado del campamento no presagiaba nada bueno. Las tiendas estaban totalmente rajadas desde dentro y cubiertas parcialmente por nieve.
No había nadie en su interior, pero, extrañamente, los objetos personales, incluso la ropa de abrigo, permanecían allí. Al revisar las fotos de las cámaras que los jóvenes habían dejado atrás como mudos testigos de lo sucedido, se dieron cuenta que el grupo había acampado en ese lugar el 2 de febrero hacia las cinco de la tarde.
Dimitri no conforme con ello anduvo por horas entre la nieve, hasta que encontró un conjunto de huellas en línea recta que partían de las tiendas de campaña. Cuando notifico a los expertos, estos aseguraron que pertenecían a un grupo de cinco o siete personas, que sensación aterradora invadió el corazón de Dimitri al notar que todos sus amigos por alguna extraña razón  huyeron prácticamente desnudos. Unos llevaban tan solo calcetines y otros, una única bota, pero algunos escaparon con los pies descalzos. Las huellas se hundían unos 90 centímetros en la nieve y no revelaban signos de violencia ni la presencia de alguien o algo más. Siguiendo aquel rastro llegaron a una pequeña cuesta que llevaba a una masa arbolada cercana, pero tras 500 metros desaparecían sin dejar rastro.
En el borde del bosque aparecieron los cuerpos sin vida de Elvira Dudikov y Néstor Ulloa, Sus cadáveres descansaban bajo un gran pino, vestidos únicamente con ropa interior y sin signos externos de violencia. Junto a ellos se veían los restos de una hoguera y algunas ramas de pino destrozadas y a pocos metros, en un claro de la arboleda, yacían otros cuerpos, el de Fiorella Benelli y Luigi Dumas
Por la posición de los cadáveres, parecía que ambos habían tratado infructuosamente de llegar al campamento, aunque lo más espantoso de la situación fue mirar unas cuantas marcas sobre la nieve como si hubiera arañado el suelo intentando huir, pero algo se los impedía arrastrándolos consigo.
El espeluznante hallazgo hizo que se pusieran en marcha una investigación. La autopsia que se realizó a los 4 cuerpos no arrojó datos relevantes: los estudiantes habían muerto por hipotermia y no presentaban lesiones externas. Tan solo Elvira tenía una pequeña fractura en el cráneo que no había sido la causa de su muerte.
Los detalles escabrosos que presentaba el campamento y el hecho de que los estudiantes lo abandonaran sin ropa, causo terror entre la gente y más aún porque Frank, Izamar y Bruno seguían sin aparecer, haciendo que el descubrimiento de sus cuerpos tomara un dramático giro de acontecimientos.
La tarea de encontrar sus cuerpos duró varios meses. Los tres se hallaban enterrados bajo 5 metros de nieve cerca de una especie de pequeño barranco, próximo al lugar donde se habían encontrado los cuerpos de las otras víctimas.
Pero sus restos no lucían como sus otros amigos, el cráneo de Bruno estaba prácticamente destrozado por dentro, Izamar y Frank tenían varias costillas rotas. Además, la muchacha no tenía lengua y a Frank le Faltaban sus ojos,  pese a ello, las lesiones externas que presentaban eran prácticamente inapreciables. Y, al contrario que los demás, estaban vestidos.
Parecía como si los últimos en morir se hubieran apropiado de las ropas de quienes habían fallecido primero, ya que el cuerpo de Frank vestía un abrigo de piel y un sombrero, mientras que los pies de Izamar estaban envueltos en los pantalones de Néstor que aún conservaba su identificación.  

Después de tres meses de análisis, la investigación sobre el caso se dio por finalizada sin llegar a ninguna conclusión. Sin testigos, sin nadie a quien acusar y sin pruebas sustanciales sobre lo que realmente ocurrió en aquel lugar. El caso quedó bajo secreto de sumario y se prohibió el acceso a la zona donde habían ocurrido los hechos. Pero, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por acallar el espeluznante suceso, Dimitri siguió queriendo descubrir que les sucedió a sus compañeros, junto a 4 personas y violando la orden, una noche ingresaron al lugar con la idea de hacer su propia expedición y recoger todos los datos posibles, sin embargo sus cuerpos no tuvieron la suerte de sus predecesores desaparecidos. ¡Nadie los volvió jamás!

1 comentario:

  1. Disfruta esta Historia repleta de misterio, y prepárate para conocer próximamente en una segunda entrega el relato final de las ultimas vivencias de los alpinistas.

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