domingo, 12 de junio de 2016

Ojos Amarillos


Muchas veces creía, que la muerte quizás sería hasta más dulce que la amarga tortura de vivir preso de sus sueños frustrados, una agonía que tenía que afrontar día con día, librando una batalla contra la decadencia, en la que estaba en juego su propia vida, Marcus Batista fue durante años un músico fracasado que no veía una salida decente que lo alejara del suicidio, cada noche ahogaba entre copas sus penas, cansado de ver como se cerraban las puertas a donde quiera iba, un día decidió que aquello tendría que terminar, que la hora llegaba y nada lo detendría, se dirigió hasta el edificio más alto de la zona y subió al último piso sin dudarlo, en la azotea observó cuán pequeño se veía el mundo desde allí arriba, respiro hondo y decidió lanzarse, sin embargo su voz lo detuvo.
             –Yo Puedo concederte todo lo que has imaginado –
Marcus voltio enseguida y vio frente a él, la mujer más bonita que había mirado, con esos ojos amarillos seductores y sus labios color chocolate que le daban un aire de belleza y misterio tan encantador.
– ¿Quién Eres tú? – Pregunto Marcus –, con la vista fija en sus hipnóticos ojos amarillos.
–Sólo con un beso serás mío para siempre, tú alma me pertenecerá y a cambio tendrás todo lo que soñaste, tú simple y miserable vida se convertirá en una maravillosa historia de éxitos, fama y fortuna – esas fueron  sus palabras.

Ese demonio con forma de mujer, aguardaba con ansias la respuesta de un Marcus que tras escuchar lo dicho por ella, fue a sus brazos sin remedio buscando alcanzar esos labios divinos que lo invitaban al pecado, sin saber que probar su boca, era el beso de Judas que condenaba su existencia, tal vez ahora podría alcanzar sus metas y las recompensas materiales que anhelaba, pero a un alto precio que tarde o temprano debería pagar.

Dormía tan plácidamente que ni unas cuantas caricias lo sacaban del letargo en que se hallaba, Marcus despertó creyéndose en un sueño más grande, no podía creer lo que miraba, junto a él una hermosa rubia lo abrazaba con ternura y a su izquierda otra fémina despampanante le acariciaba el cabello, se encontraba rodeado de 2 bellas mujeres en un cuarto de hotel digno de un rey, un par de mesoneros tocaban a la puerta, trayendo consigo el suculento desayuno, típico de un músico de su talla.
Marcus Batista se volvió una súper estrella de fama internacional, alcanzando la cúspide del cielo, en diez años repletos de logros y más logros, pero lo irónico de su fantástica realidad es que Marcus no recordaba nada de su nueva vida, es como si aquel tiempo vivido se fue en un segundo sin dejarle disfrutar ningún momento.
La fama de Marcus rebasaba cualquier límite, su riqueza era incalculable, sin embargo la mágica vida de ensueño, realmente era un fraude que tenía fecha de vencimiento y su época de felicidad cambiaría a un infierno en la tierra.
Cada mañana cuando despertaba un ruido como agujas de reloj atormentaba sus oídos, un zumbido en la cabeza le decía que en cuestión de días su trato vencería. La siguiente semana paso agonizando entre pensamientos y alucinaciones, en las calles los animales parecían compartir la misma mirada, unos ojos amarillos que a donde fuera le seguían. La mujer de ojos amarillos aparecía en su mente a cada segundo, su vos retumbaba como un eco incesante que no paraba de repetirle que pronto vendría a reclamar, lo que por derecho era suyo.
Todo estaba listo para la primera noche de concierto que daría inicio a una gira musical por todo el mundo, la multitud emocionada gritaba el nombre de su artista predilecto quien promocionaba el décimo disco en 10 años, Marcus salía a escena tratando de olvidarse de la mujer de ojos amarillos, cuando la banda empezó a tocar la música invadió los Sentidos del cantante que sólo pensaba en dejar salir su voz y llenar el ambiente con sus canciones, sin embargo su voz se quedó estancada como aprisionada en una caja metálica con cadenas que no la dejaban fluir por su garganta, todo a su alrededor empezó a dar vueltas, la música cambio por gritos que rechinaban como susurros de lamento y mientras observaba entre el público, los ojos de sus miles de asistentes comenzaron a brillar con un color amarillo que desatacaba por encima de las luces del escenario, desesperado Marcus bajo de la tarima en total descontrol alejándose de allí sin que nadie pudiera detenerlo, ante la vista incrédula de sus fans que no entendían que sucedía con su ídolo.
La maratónica carrera que emprendió lo condujo muy lejos, yendo a parar sin darse cuenta al viejo barrio donde por tanto años vivió sumergido en la triste pobreza, pero ni eso valió para escapar de sus garras, la mujer de ojos amarillos aparecía en cualquier lado, aunque Marcus huía como loco queriendo librarse de esa maldita cosa. Los latidos de su corazón resonaban fuerte haciendo eco en el silencio, compaginándose  con sus pasos agitados que se abrían camino entre un aire helado que paralizaba a cualquiera, hacia una pausa obligada observando si al fin la dejaba atrás, solo para descubrir con espanto que ella le seguía la pista a cada segundo, no tenía idea que pasaría con él, pero estaba casi seguro que le esperaba un final doloroso por vender su alma.

Unos perros ladraban y otros aullaban, los gatos arañaban las paredes y las palomas aleteaban perdidas en la oscuridad de la noche, Marcus no sabía qué hacer, viendo la sombra de su perseguidora acercarse entre los faroles de la calle que de repente explotaban uno por uno a medida que la mujer circulaba por allí, su sexy y dulce vos repetía el nombre de Marcus, alternándose de vez en cuando con un tono de ultra tumba que le erizaba la piel. Sin escapatoria alguna, termino justo donde todo inicio, en el edificio en el cual la vio por primera vez, Marcus camino por la cornisa, retando su equilibrio, sin importarle caer al vacío, ella apareció de inmediato, reclamando solo un beso más para poder absolver su alma y dejar su cuerpo sin vida, su legado musical prevalecería en el tiempo mientras su espíritu se consumía en las llamas eternas del infierno, pero Marcus no estaba dispuesto a complacerla, la mujer de ojos amarillos con un grito lleno de ira y de rabia le ordeno bajarse, sin embargo Marcus tenía esta vez suficiente alcohol en sus venas para hacer lo que su corazón le dictaba y no dejarse atrapar por aquella hipnótica mirada,  se encomendó a Dios y con una sonrisa irónica se dejó caer, ante los infernales alaridos de protesta de un demonio de ojos amarillos que perdía una jugosa alma.

A las 6:00 am el cuerpo de Marcus Batista, un indigente de la calle fue descubierto por vecinos del lugar. Mientras ese demonio sigue por ahí, oculto entre las sombras, con sus ojos amarillos al asecho, en busca de nuevas almas que comprar.

1 comentario:

  1. ¡Hola! Espero que disfruten este Relato. OJOS AMARILLOS. Es el abre bocas de una historia mucho mas grande que se esta cocinando a fuego lento y con la cual espero sorprender en un futuro a mis lectores,
    SALUDOS...

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